Genocidio Infantil y la Quema de Esposas: verdaderamente un Crimen Cultural?

n 1984, una tranquila tarde de verano en Nueva York, sonó el teléfono en mi estudio y un periodista de televisión me preguntó si yo sabía algo sobre la “quema de esposas” o “asesinatos por dote” en mi nativa India. En ese momento no sabía con certeza, pero le ofrecí algunas impresiones sobre el “sati”, la antigua costumbre de las esposas que se quemaban voluntariamente en la pira funeraria a la muerte del esposo. Sin embargo el periodista insistía que iban a transmitir un documental en una importante cadena de noticias y estaban en la búsqueda de comentaristas calificados.

Los culpables usaron kerosene y un cerillo para incendiar a la mujer hasta la muerte. El motivo fue fácilmente atribuído a conflictos maritales generados por la demanda de más dote por la familia del esposo y su familia en forma de  dinero en efectivo o valores. Estos incidentes se reportan como “accidentes de cocina”, debido al uso común de las peligrosas cocinas presurizadas de kerosene en la gran mayoría de los hogares indios. En muy pocos casos, la policia se apersona al lugar del incidente a llenar un reporte, investigar y menos aún se condenan a los culpables.

Debido a que la violencia doméstica e incluso el asesinato es parte no oficial de un submundo de sospechas, insinuaciones y especulaciones susurradas en conversaciones privadas, rara vez las evidencias llegan a la corte. Generalmente no existen testigos confiables, ya que la suegra es el autor intelectual en la mayoría de los casos, a menudo con una cuñada o el mismo esposo como cómplice y el crimen ocurre a puertas cerradas.

El dia posterior a la trasmisión del documental, los colegas y estudiantes de la Universidad de Artes donde trabajaba en ese entonces, me asediaban con preguntas. Habían visto el video – una descripción gráfica de una mujer envuelta en llamas y más tarde el cuerpo totalmente consumido por las llamas – estas personas demandaban respuestas.  Atroz como pudo ser el incidente, era también claro que los medios de comunicación encontraron una oportunidad para hacer un espectáculo de “El Oriente”, en este caso India. Yo estaba acostumbrada a que la gente se dirigiese a mi por todo lo que sucedía en India, bueno o malo. Pero nunca antes me había encontrado en una situación tan difícil de manejar ya que no tenía respuestas satisfactorias para refutar tales hechos. Yo trataba de explicarles que podía haber sido un asesinato o un crimen pasional como le ocurre a cualquier mujer en todas partes del mundo, sin embargo, nada de esto convencía a la gente, estaban seguros que el espantoso suceso tenía su origen en las creencias religiosas de los hindúes. El Dahej o la dote y su relación al sistema de castas eran la “clave” para entender el crimen. El narrador del documental había dejado claro que la esposa Punjabi había sido asesinada por no traer una dote que satisfaciese las demandas de la familia del novio, provocando que la suegra se molestara para rociarla con kerosene y quemarla viva.

Este tipo de crímenes se denominaban “muerte por dote” y sigue sucediendo hoy en dia, a pesar de la Ley promulgada en el año 1961 donde se prohíbe el otorgamiento y demanda de dotes dentro del marco legal.

En aquel momento me sentía culturalmente avergonzada, pedagógicamente perpleja y me dí cuenta, por razones que ya mencionaré más adelante, que era el momento de investigar los presuntos orígenes culturales del crímen. No era una decisión fácil, mi último viaje hacia el Punjab, para realizar una investigación sobre la historia colonial de Lucknow, fue como aprender un mundo totalmente nuevo. Por otro lado, el tema era mórbido, investigar y explicar la impotencia de la mujer, en vez de su independencia, en lo cual yo era una firme creyente, también me molestaba.

En mi infancia, crecí en India, en una extensa  familia donde cuatro generaciones de mujeres se reunían a diario. Cuando cumplí 15 años, me acostumbré a escuchar furtivamente las conversaciones de las mujeres de mi familia sobre sus vidas o las vidas de otras parejas con sus tragedias y alegrías, así pude palpar su conciencia ideológica y sus juicios.

Mi “dadi” (abuela paterna) y mi “dada” (abuelo paterno) presidían la gran familia. Dada era un adinerado hombre de negocios  – dueño de una fábrica de algodón y hotelero -. Cuando sucedió la partición del Punjab en 1947, posterior a la independencia, y se formó la naciente República de Pakistán, mi Dada llenó un edificio de apartamentos para recibir familiares que quedaron sin casa afectados por la división e incluso empleó a muchos en varias empresas. Dada y Dadi tuvieron 3 hijos, mi padre era el mayor. En la casa vivían todos los hijos con sus tres esposas y una hija y todos los nietos que iban llegando.

En 1962 fui aceptada en la Universidad del Convento Católico de Loretto, comenzando así mi segunda fase en “mi entrenamiento como mujer de clase alta”, educada en el ambiente indio. Los tres años y medio de mi permanencia fueron una lección para aprender a sobrellevar las confusas señales de una sociedad postcolonial. Debíamos ser castas, separadas de los hombres y prepararnos según el curriculum, para ser mujeres educadas pero no complemente mujeres de carrera. No se impartían ciencias o matemáticas, y cualquier rebelión se castigaba de manera severa. Todas las instituciones autoritarias alimentan sus propios submundos y algunas de nosotras formábamos un mundo propio y manifestábamos nuestra subversión leyendo prohibidas poesías en Urdu y canciones de amor del cine Hindú acompañadas de ocasionales bebidas de gins and tonic.

Presuntamente estábamos siendo entrenadas para cumplir el rol de la buena esposa educada en un convento quienes estaban en alta demanda en el mercado matrimonial que se desarrollaba más allá de los muros. Nuestros propios modelos de comportamiento vivían en el mundo de ficción de la escritora inglesa Jane Austen y George Elliot. Las citas de Keats, Shelley y Tennyson aderezaban nuestras conversaciones. Esa intensa poesía romántica que nos rodeaba estaba lejos de la triste realidad del destino que nos esperaba en un matrimonio arreglado.

En 1965 terminé la Universidad y a los pocos meses dí mi consentimiento para llevar a cabo un matrimonio arreglado con un hombre de la región del Punjab que resultó en un desastre. La unión duró diez tormentosos meses e igual podría haber terminado fácilmente en un asesinato que en una anulación legal como finalmente sucedió.

Cuando todo terminó fui obligada a contarle toda la historia a mi madre y finalmente escribí un relato de los acontecimientos para el abogado, quién encontró una via legal para deshacer el matrimonio.

Luego, cada persona que escuchaba la historia obtenía de mi una narración que variaba en intensidad, detalle y énfasis e intuitivamente yo editaba los detalles e incensantemente reordenaba los hechos desde la primera vez que nos conocimos. Las preguntas de mis oyentes armaban y desarmaban la secuencia de los eventos que precipitaron el rompimiento del tortuoso conflicto diario entre mi esposo, su familia y yo.

Hoy en dia, muchos años después de ese desastroso matrimonio y a muchos kilometros de distancia, puedo hablar de manera desapasionada sobre el tema. Como tengo mi propia historia, mis oídos se han sensibilizado a los silencios de las historias de los demás.

En el verano de 1984 comenzaron a reportarse más “incendios accidentales de esposas” en las primeras páginas de los periódicos en India y yo me proponía hacer mi primera incursión en el mundo del activismo femenino. Permanecí en India el siguiente año para realizar mi investigación.

Antes de continuar sobre los resultados de mi investigación acerca del origen de la causa de tales crímenes es necesario aclarar antes lo siguiente: la quema de esposas no tiene absolutamente nada que ver con la notoria práctica del “sati” (o “suttee” como lo llamaban los Británicos). El sati era el sacrificio voluntario de las viudas en la pira funeraria de su difunto esposo. Puede haber una tendencia a confundirse, ya que ambas implican la quema de mujeres, una borrosa  línea entre el suicidio y el asesinato, sin embargo, las diferencias son significantes y han contribuído a la seria devaluación de las mujeres en la India de hoy, a pesar de siglo y medio de legislación progresiva en los derechos de las mujeres. El sati era un suicidio socialmente tolerante ya que la viuda lo consideraba como su falla ante su deber ritual de mantener la longevidad de su esposo a través del uso de sus poderes especiales o shakti. Por otro lado, su ejecución le confería públicamente  a la viuda, mérito religioso, estatus y prestigio social, ya que la convertía en una esposa virtuosa al momento de su muerte.

La “quema de esposas”  por otro lado, se considera un asesinato desde el punto de vista social, cultural y legal, el cual a menudo se disfraza como suicidio o accidente. Este abominable hecho es aún mas atroz que la muerte por envenenamiento, estrangulamiento, golpes o disparos con arma, ya que, indiferentemente de las creencias mitológicas hindúes o razones místicas, este método lo escogen sus perpetradores por sus ventajas desde el punto de vista forense sobre los otros métodos anteriormente mencionados. Además, es relativamente fácil de llevar a cabo, ya que el crímen ocurre en la cocina, donde la mayoría de las esposas de las clases sociales medias y bajas pasan la mayor parte del tiempo. Se mantiene una reserva de kerosene permanente para las estufas, la cual se rocía sobre las víctimas y un cerillo encendido se encarga del resto. Es fácil hacerlo pasar como accidente, ya que las estufas de este tipo según las estadísticas, son propensas a explotar. Los signos de forcejeo no se aprecian en la mayoría de los cuerpos  con un 90% de quemaduras de tercer grado y de esta manera, el joven “viudo”, quien cuenta con una excelente coartada, se encuentra de nuevo disponible en el mercado e inmediatamente comienza la búsqueda de una nueva esposa con una dote más atractiva. Generalmente la suegra es la autora intelectual del hecho ya que el hijo (quien a menudo es su sostén económico principal) debe mantenerse inocente de toda sospecha y así poder mantenerse elegible proyectando la imagen de un viudo desafortunado.

Estos hechos traen a discusión dos preguntas difíciles:

  • Son la mujeres Indias víctimas de su cultura o son agentes  de un crimen impuesto sobre otras mujeres?
  • Es el asesinato por dote un crimen cultural?

En India existe un consenso general entre expertos, periodistas, feministas, políticos, legisladores y la policia de que la causa principal del prejuicio y violencia contra la mujer tienen su origen en la práctica de la dote. Las organizaciones feministas han erróneamente definido la quema de esposas como asesinato por dote y está clasificado en la categoría de “crímen cultural”. La dote, compuesta por ropa, joyas, bienes, dinero en efectivo y propiedades que  trae la novia al matrimonio no es algo nuevo ni único de la India, al igual que la violencia contra la mujer a nivel mundial, sin embargo, la creencia de que la dote es algo perjudicial y una institución peligrosa tienen más crédito en la India que el cualquier otra parte. Hoy en dia el sistema de la dote también es visto como la única explicación para otra práctica similar como lo es el aborto selectivo de los fetos de sexo femenino.

Para comprender las causas detrás de estos hechos, es necesario echar un vistazo en la historia de la India Colonial. Durante ese período, se prohibieron varias costumbres que reforzaron los prejuicios en contra de las mujeres y donde experimentaron una profunda pérdida de poder económico y social. Esto fue en consecuencia de la creación radical de nuevos derechos sobre la propiedad de la tierra.

En la India Precolonial la dote no era un “problema”,  sino que constituía un soporte para la mujer, una señal de su estatus social y una red de seguridad. Según mis investigaciones, pude demostrar que la dote y los gastos asociados con el matrimonio, ni causaban el empobrecimiento de los campesinos del Punjab como manifestaban los ingleses, ni fueron la causa del aumento de la violencia doméstica, ya sea en la forma del genocidio infantil o la quema de esposas. En vez de eso, las políticas del Imperio crearon una economía más machista lo cual profundizó la preferencia por los hijos en vez de las hijas y por ende fomentó el asesinato de las chicas ya fuese de manera abierta o clandestina.

En 1851 los británicos descubrieron el infanticidio femenino en el Punjab, un crimen rampante que ellos le atribuían al derroche de dinero pertinente con las celebraciones del matrimonio y la dote. Ellos aducían que esto había empobrecido a las familias campesinas de la zona y muchas veces los llevaba a la ruina, ya que se endeudaban para poderle ofrecer a sus hijas una boda al estilo Hindú. Era lógico entonces pensar, que el temor ante dichos gastos los motivara a matar a las niñas al nacer, y el Gobierno del Imperio, actuando como un “agente civilizado”, tenía que hacer un esfuerzo para reformar lo que ellos estimaban eran hábitos culturalmente innatos de la gente maleducada e ignorante que habían conquistado. Misteriosamente, los mismos reportes insinuaban la verdadera preocupación de los Británicos: estos  mismos campesinos que cometían el genocidio infantil también estaban morosos en los pagos de las rentas de sus tierras, por lo tanto sus tierras generalmente estaban disponibles para las subastas del gobierno o la ejecución de la hipoteca de los prestamistas.

Sin embargo, entre los documentos que revisé de la época colonial surgió una contradicción: tanto entre las familias de Hindúes y Siks que recibían dote y las familias Musulmanas que no practicaban el sistema de la dote, también se cometía  infanticidio femenino. Esto hacía aún más absurdo insistir en la naturaleza “Hindú” de esta práctica como una justificación cultural del crimen. Porqué los burócratas coloniales se empeñaban en culpar a la cultura en vez de buscar una explicación racional?

Este hecho me llevó a investigar los  comienzos del régimen Británico en el Punjab y la pista me llevó a la transformación de los derechos de propiedad, particularmente los concernientes a las tierras.

Para “suprimir” el asesinado de niñas recién nacidas, el Gobierno colonial pasó una ley en 1870, y pocos años más tarde trató de limitar el valor de las dotes y frenar los gastos en las ceremonias matrimoniales. Hizo una reunión con los jefes de las tribus de las castas altas Hindúes de los cuarenta y tantos distritos del Punjab y les hizo hacer un juramento donde  iban a terminar sus “imprudencias”  y derroches respecto a las bodas. A pesar de esto, la desproporción de féminas respecto a los varones seguía en aumento, e irónicamente,  la campaña de reducción de los costos de las bodas fue exitosa…

Antes de pasar a describir las leyes impuestas por el Gobierno Colonial, es importante  reformular el término “dote” y describir brevemente su evolucion con el paso de los años. En general, el área del Punjab y el Norte de la India, ofrecen un dramático contraste en comparación con los matrimonios entre primos hermanos en las comunidades del Sur, donde las mujeres, después del matrimonio, mantienen un contacto cercano con su familia natal. Ambos practican el sistema de la dote, pero el Sur  al parecer, es menos propenso a  las presiones patológicas del Norte donde se acostumbra a los matrimonios virilocales, esto significa que la novia deja su hogar para ir a vivir a la casa de la familia del esposo indiferentemente de casta o clase social.

En el Norte, las relaciones de poder entre hombres y mujeres, son un complicado asunto donde se toman en cuenta el parentesco y la edad. Por ejemplo, una madre es más poderosa que sus hijos y demanda su obediencia y lealtad; una hija o hermana mayor tiene la autoridad de participar en las decisiones importantes y la esposa acumula poder en la medida que se hace cargo del hogar y se convierte en madre de la próxima generación. La competencia más feroz por el poder es entre la suegra y las nueras, o entre las mismas nueras, haciendo complicada la convivencia para las mujeres en una familia comunitaria. La competencia entre los hermanos sobre las propiedades y otros asuntos, muchas veces rompe la armonía entre los hombres de la familia también.

Ante tal situación, la dote se convierte en un activo importante para las mujeres. Desde finales del siglo 19, durante el siglo 20 y aún hoy en dia, la dote constituye una red de seguridad económica en un ambiente donde después del matrimonio se van a vivir fuera de la protección de su hogar natal.

La dote es un recurso material sobre el que la mujer tiene al menos un control parcial, y su familia lo ve no sólo como un sumunistro de bienes para su beneficio y placer propio sino como una opción económica en caso de emergencia.

En los casos que la familia del novio no hace demandas de ningún tipo, la dote se calcula de acuerdo a las posibilidades financieras de la familia de la novia; por otro lado sirve como demostración de aprecio sobre las hijas y una medida aparente de su estatus en la sociedad.

Según los reportes de las villas del Punjab en el año 1870, no existen descripciones de demandas sobre la dote por parte de la familia del novio, como es común hoy en día. En ninguna parte se refleja en ese entonces la existencia de demandas de bienes  de consumo específicos, largas sumas de dinero para el negocio del novio o su educación.

Los componentes de las dotes se acumulaban gradualmente, no solo por la familia, también contribuían los amigos de la villa o vecindario. Muy pocos objetos se compraban, la mayoría se elaboraban en los hogares. La ropa, los enseres del hogar y la joyería se consideranban activos productivos en términos de estatus (la joyería servía como prenda hipotecaria para préstamos); y las vacas, búfalos, cabras e incluso camellos, a veces eran más valiosos que las mismas tierras. El dinero en efectivo y las propiedades comenzaron a jugar un papel importante como parte de las dotes en la medida que la tierra se convirtió en una mercaderia vendible en el período colonial y su valor aumentó exponencialmente. La preocupación primordial de las familias era asegurarle a cada una de sus hijas un esposo de una familia respetable para vivir dignamente y criar a sus hijos, en caso de algún infortunio, la dote serviría como alivio económico. En qué momento histórico esta red de seguridad se transformó en una sentencia de muerte?

La East India Company llegó a la India en 1600 con el propósito de comercializar productos. Una vez que probó las riquezas del Subcontinente, conquistó la Provincia de Bengala en 1765 y posteriormente culminó con la conquista del Punjab en 1849 anexándola a Oudh en 1856. La compañia necesitaba justificar sus matanzas y acciones violentas frente a un crítico Parlamento y a un público molesto en Gran Bretaña. Las explicaciones sobre sus errores, su mal gobierno y avaricia, se le achacaba convenientemente a la “cruel” y “barbárica” cultura indígena y de esta manera poder justificar su expansión territorial. Esta estrategia es mejor conocida como la “misión civilizadora”  Británica y la cultura Hindú era su principal objetivo.

En 1860 la codificación de la ley de la propiedad  generó una transformación entre el campesino y sus tierras y a su vez, la inflexibilidad de las nuevas leyes fue la causa de su endeudamiento. Estos eventos alteraron de manera definitiva la vida de las mujeres al igual que sus derechos como hijas, esposas y viudas, convirtiendo a los hombres en los propietarios únicos de todos los bienes. Este fue el momento histórico que transformaría por completo las nociones de la riqueza económica de las mujeres y el sistema de la dote.

La inversión colonial que se llevó a cabo en el Punjab en la segunda mitad del siglo 19 como la limpieza de bosques, la construcción de canales, las carreteras y las líneas del ferrocarril, revalorizó el costo de las tierras las cuales eran regiones agrícolas muy fértiles. Los Británicos extraían riquezas del campo imponiendo fuertes impuestos fiscales y a su vez se beneficiaban de la exportación de trigo y otras materias primas que enviaban a Europa, sin siquiera considerar compartir su gran desarrollo industrial con toda la gente que contribuía a la prosperidad de Gran Bretaña. Sin embargo, todos estos esfuerzos de “modernización” nunca se completaron ya que deliberadamente prohibían los esfuerzos nativos de importar maquinaria moderna. Un gobierno “bien intencionado” habría creado prosperidad en su Imperio para igualar el de su Reino, pero en vez de ello, sus políticas generaron una pobreza sin precedentes. Entre 1876 y 1877 murieron de hambre un millón y medio de Punjabis. La nueva economía política con su capitalismo ambivalente lo que generó fue un profundo desbalance en las relaciones de poder de las familias.

Con la creación de leyes que asignaban el derecho de propiedad de la tierra únicamente a los hombres, los Británicos decidieron convertir al propietario en la pieza central de su moderna política fiscal. De esta manera nace el convenio “ryotwari” el cual consistía en entregarle los títulos de propiedad de las tierras directamente a los campesinos (ryots) que la cultivaban. La política hubiese funcionado bien de no ser por dos atenuantes: en las rentas de las tierras se exigían cantidades fijas de dinero y fechas inflexibles de pago, con poco espacio de contingencia. Estas condiciones, junto con las nuevas políticas de propiedad de la tierra, permitían a los campesinos especialmente a pequeños propietarios, enajenar sus tierras a través de hipotecas o ventas.

Este nuevo panorama, alteró de manera general la relación simbiótica entre el acreedor y el prestamista, quien se convirtió en un gran oportunista. En la era precolonial, los prestamistas facilitaban pequeños préstamos, de manera que la deuda nunca se pagase del todo y así mantener al deudor como un cliente permanente. Con las nuevas políticas, se creó una nueva “raza” de prestamistas ávidos de acumular tierras, convirtiéndose en un nuevo flagelo de la sociedad. La diferencia era que la tierra pasó a ser una mercancía que podía enajenarse del propietario y ser rematada en las subastas públicas del gobierno para recuperar los atrasos de las rentas.

En un año malo, el campesino se veía obligado a recurrir al prestamista para pagar sus impuestos a tiempo (en vez de gastarlo en “ostentosas fiestas de bodas u opulentas dotes” como convenientemente hacian ver los Británicos). El endeudamiento crónico pasó a ser la otra cara de la moneda en la prosperidad de la vasta mayoría de los pequeños propietarios.

Las consecuencias de esta situación iban en detrimento directo de las mujeres, ya que los recursos provenientes de la dotes como la joyería o dinero en efectivo, se utilizaba para los pagos de las deudas. En los primeros años del convenio ryotwari más del 40% de los campesinos perdieron sus tierras.

La “masculinización” de la economía fue un factor que contribuyó a hacer a los niños varones aún más deseables. Además de esto, los efectos del reclutamiento de los campesinos del Punjab en el Ejército Británico Indio, generó una gran demanda  en el mercado laboral de hombres jóvenes fuertes quienes obtenían empleos con salarios en efectivo, tierras y eventualmente pensiones. La única manera de lograr una planificación familiar es esos tiempos primitivos desde el aspecto médico, era recurriendo al infanticio femenino selectivo.

Por todo lo anteriormente mencionado, los hijos del sexo masculino se convirtieron en la clave para la sobrevivencia y prosperidad en una economía despiadada bajo el régimen Británico. Adquirir tierras en las subastas públicas o ventas, encontrar empleos en el burócrata Servicio Civil Imperial o en el ejército o encontrar un nicho como comerciante en el mercado en expansión de la época eran los nuevos objetivos. El valor de los hijos como buenos prospectos se reflejaba en la demanda de las familias en exigir en las nuevas alianzas matrimoniales cantidades específicas de dinero en efectivo (algunas veces para recuperar el costo de la educación de los novios), joyeria o costosos bienes de consumo como parte de la dote de las novias. Muchas veces la competencia por los novios más calificados y con mejores empleos dentro de determinadas comunidades era muy fuerte. En esos tiempos la disponibilidad de “buenos prospectos” era reducida y las madres de las novias sabían que una buena dote era la mejor manera de asegurar un “buen partido”. El nuevo concepto de que la familia de los novios hacía demandas poco a poco se infiltró en el sistema de la dote. Esta tendencia que comenzó en la época colonial ha empeorado hoy en día, ocasionando incluso una gran violencia: los suicidios de futuras novias para salvar a sus padres de los gastos y la humillación de tales alianzas y la quema hasta la muerte de esposas cuyas dotes no cumplen con las expectativas. Estos hechos perversos son injustamente considerados “problemas de dote” los cuales han sido tolerados en un mundo donde se han reordenado radicalmente las relaciones de poder y género.

El imperativo moral y estratégico para las familias campesinas y guerreras en la época antes de la colonia no era dictado por la cultura y la religión sino por sus necesidades existenciales para reproducir la familia ideal y así defender sus tierras y a sus gobernantes para poder subsistir y buscar oportunidades de ascenso y seguridad económica en la vejez a través del trabajo de sus hijos. Los hijos varones eran fundamentales para la prolongación del apellido; los hijos serían futuros soldados y granjeros de la tierra a la que pertenecían. Las hijas también trabajaban pero su papel fundamental como reproductoras las obligaba a casarse en la pubertad y mudarse a la villa de sus esposos donde “planificaban” sus propias familias. Las comunidades necesitaban ambos sexos, pero la lucha era lograr un balance antinatural de mayor cantidad de hijos que hijas. La naturaleza jugaba un rol “justo” y en ese tiempo la proporción “normal”  de natalidad era de 104 hombres por cada 100 mujeres dotando a las infantes del sexo femenino con una mayor resistencia a las enfermedades.  El infanticido femenino en aquel tiempo (y aún hasta cierto punto en la actualidad) era el único método disponible, aunque primitivo y cruel, de lograr una “deliberada planificación familiar”, con un número de hijos e hijas apropiado para la sobrevivencia en una región plagada de guerras y conflictos.

Las medidas para frenar el infanticio femenino en la época colonial se enfocaba en apresar a los culpables, dictar leyes para restringir las dotes y los gastos onerosos en las bodas e imponer castigos como multas y prisión. Los Británicos nunca consideraron importante examinar los efectos sociales de sus propios métodos de gobierno que generaron un ambiente donde los hijos eran preferidos y la dote gradualmente adquirió características que en apariencia ellos trataban de reformar. A pesar de las legislaciones contra el infanticidio, las políticas coloniales con el tiempo empeoraron la proporción balanceada de los sexos hasta el dia de hoy.

La violencia contra la mujer es universal y quizás eterna, pero se puede hacer mucho para reducir su frecuencia y severidad reorientando el universo legal hacia leyes equitativas fundamentadas en sexo y género y asi permitir que la cultura se ajuste a las nuevas realidades. El Estado Democrático Secular de la India lentamente está reconociendo su deber de balancear el libro contable donde las mujeres han estado siempre en la columna de débito…

Qué te pareció este artículo? Qué piensas sobre las diferencias culturales a nivel mundial? Compartelo en la sección de comentarios!

Fuentes Bibliográficas:

«Dowry Murder» The Imperial Origins of a Cultural Crime.

Veena Talwar Oldenburg

«The Discovery of India». Jawaharlal Neru

«The Intimate Enemy: Loss and Recovery of Self under Colonialism». Ashis Nandi

Ilustraciones:

Lorena Mena

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11 Comentarios para Genocidio Infantil y la Quema de Esposas: verdaderamente un Crimen Cultural?

  1. Leticia Alaniz 7 de septiembre de 2011 a las 9:44 pm #

    Es tan lamentable y triste que estas prácticas de la dote continuen hoy en dia, aun entre familias mas educadas y cultas. En ocaciones se convierte en el juego de poder entre los ricos para hacer gala de sus riquezas en forma de dote para sus hijas. Aun cuando su hija es una profesional y bastante preparada con un ingreso alto. Se enorgullesen en preparar una dote de cosas caras para que al momento de entregar la dote todos sus invitados se enteren y asi poder lucir su riqueza ante la sociedad.

  2. Candy May 8 de septiembre de 2011 a las 12:25 am #

    Lamentable..aún en esta época los usos y costumbre son más fuertes que el respeto por la dignidad de las mujeres, repruebo estas prácticas denigrantes, aún que no estemos cerca y no seamos parte de esta cultura debemos unir nuestras voces para exigir un alto a estas situaciones….

  3. mecha 13 de marzo de 2012 a las 1:41 am #

    lamentablemente es una situación que involucra muchas aristas, el efecto del imperio, la cultura ,las creencias ,las necesidades y la vista gorda de las autoridades, por que NO TODAS las cocinas de la India deben explotar, creo realmente que es muy dificil para la actual mujer Hindu que alcanza instruccion universitaria sentir que es objeto de dote, me parece de terror siendo yo una occidental sin ataduras que creo en la igualdad de sexo de genero de posicion en mi comunidad, no se como puedes querida mia ver todas estas situaciones tan ajenas a tu manera real de vida, pero
    ya te lo he dicho es tu mision dar a conocer la vida de la nIndia…excelente trabajo

    • Lorena Mena 13 de marzo de 2012 a las 4:01 pm #

      Mecha..lo mas sorprendente es que el adoctrinamiento es increíble…fijate q la mayoría de las personas que visitan este blog tienen una relacion con un chico Hindú…pero jamas alguien que esté en una relación con una chica Hindú…y los que lo intenta salen con las tablas en la cabeza ya que las chicas prefieren q sus padres le arreglen el matrimonio…obviamente hay excepciones pero aún no me he topado con una…

  4. Andú 22 de mayo de 2012 a las 6:55 pm #

    Lorena,
    existen organizaciones que luchen por los derechos de la mujer en la India? (como, por ejemplo, Amnistía Internacional…). Si las hubiere, que actividades realizan como parte de sus campañas de concientización y lucha?
    Como te afectan a vos (y a Leticia y Cristina), como mujeres extranjeras, esta idionsincracia tan machista de la India?
    gracias

    • Lorena Mena 24 de mayo de 2012 a las 1:38 am #

      Hola Andu,

      De hecho y por derecho existen varias instituciones que velan por los derechos de las mujeres, inclusive desde bebes.! una de las mas famosas es «Save the Child Girl» la cual es auspicida por el Primer Ministro de India Manmohan Singh. Lamentablemente, volvemos al hecho que este pais es 70% rural donde mas de 3/4 partes de esta poblacion vive en villas y el resto en pobreza extrema practicamente en las calles.
      Las Leyes, Controles, ONG’s, etc; simplemente no se dan a basto para el rate de nacimientos recordndo que en Hinduismo tener hijos es una bendicion de los dioses por tanto control de natalidad es, conceptualmente + en la practica, inexistente.

      Referente al Machismo, no solo India posee una sociedad Machista sin embargo, aca los problemas son de otro tenor.

      Gracias & Saludos, Lorena

  5. dr xray 15 de diciembre de 2012 a las 7:47 am #

    Religiones, Sectas, sociedades secretas, mafias, gansters, nazis, etc todos son lo mismo.

    No es que los toleren hasta un cierto punto, sino que cumplen una función para las personas de poder, son los tontos útiles a quienes se les echa la culpa de todo.

    Cuando la CÍA dice que «no tortura a nadie», pero si dejan que los mafiosos y los ganster lo hagan, como cuando intentan envenenar a Fidel Castro.

    El liberalismo no es otra cosa que el control de los militares. Para invadir económicamente un país solo tienes que controlar a los militares (la política de prevención de Bush). No es raro que exista esta mayor tolerancia con la corrupción en países como, España Italia.

    Los primeros grandes Imperios se formaron entre otras causas debido al exceso poblacional.
    Lo que no dicen, es que hacían sus conquistas territoriales con 2 fines.
    Primero si ganaban tenían nuevos territorios y a la vez solucionaban el exceso poblacional y Segundo, si perdían les daba igual, los lideres solucionaban el exceso poblacional.

    En nuestros días con la crisis económica el control poblacional se realiza hipócritamente, con el negocio de la salud (Si tienes dinero buena suerte, si no mala suerte), o cometiendo genocidio (India, Africa, etc)

    • Lorena Mena 15 de diciembre de 2012 a las 9:56 pm #

      Gracias por tu visita al blog!

  6. Graciela 22 de marzo de 2014 a las 7:09 pm #

    Buenas tardes: No puedo creer que estemos en el siglo XXI y aún sigan existiendo estas barbaries en India. Las mujeres de todo el mundo no somos mercancía que se pueda vender, somos seres humanos y tenemos derechos. Todos somos hijos del mismo Dios aunque en cada país lo nombren de diferente manera y creo que uno de sus mandamientos es «no matar». Yo conocí a un hombre de la India por medio de un grupo de Inglés al cual me agregue para practicarlo, el fue muy dulce al principio y hasta me ofreció matrimonio, después de unas semanas de estarnos mandando mensajes por what´s app me dijo que ya no se casa conmigo por que en su organización se tiene que casar con una de su mismo clan escogida por sus padres a los cuales no les importa el amor sino que es su costumbre. La verdad estoy muy decepcionada y triste pero ahora que he leído tus artículos me siento muy bien de saber antes lo que me hubiera pasado si hubiera yo ido allá cuando él me lo solicito.

    • Lorena Mena 22 de marzo de 2014 a las 8:19 pm #

      Estimada Graciela
      Gracias por su aporte. Lamentablemente una de las grandes desventajas de la cultura India es la discriminación de razas a traves del sistema de castas. El Hinduismo ha moldeado de manera tal esta sociedad que aun se practican creencias muy antiguas difíciles de entender para nosotros como Occidentales. El solo hecho de que nuestras sociedades sigan los preceptos católicos donde todos somos iguales a los ojos de Dios hace una gran diferencia entre ambas culturas y de allí básicamente parten los grandes contrastes entre ambas! Ciertamente «lo mejor es lo que sucede» como dice el repertorio popular y aunque no queriendo ser pesimista, lo mas probable es que esa relación no hubiese funcionado, especialmente si usted está clara sobre su posición en la vida. Le deseo mucha suerte y espero seguir leyendo mas comentarios en nuestro espacio! Que tenga feliz día! 🙂

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  1. LA INDIA UN PAÍS DE ESPIRITUALIDAD | yeantruma16 - 2 de febrero de 2014

    […] preguntaran porque razón este genocidio? en un país donde actualmente se perfila ante los ojos del mundo como parte del milagro asiático […]

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