La China Poblana…una princesa hindú

éxico, al igual que todos los países cuenta con una gran diversidad de trajes típicos de cada región. Uno de los más populares es el traje de China Poblana. Recuerdo que en una de mis visitas a la preciosa ciudad de Puebla pasé frente a la estatua de la famosa China Poblana. Hoy en dia viviendo en la India, comparto con ustedes esta hermosa historia, la cual aún hoy en dia se discute entre los historiadores si fué realidad…

Las lentejuelas, como fragmentos de estrellas, brillan luminosas sobre el castor de lana escarlata de la china poblana, aprisionadas por pequeñas cuentas de vidrio de misteriosa belleza

Hace mucho tiempo en una ciudad de la India llamada Agra reinaba la dinastía del Gran Mogol, donde nació la princesa Mirrah. A causa de una guerra sus padres se  la llevaron a vivir a Surat; allí la niña descubrió el mar y pasaba las horas haciendo castillos de arena y recogiendo conchas y caracoles que guardaba en su paliacate.

Cierto día, una lancha llegó a la playa y de ella saltaron dos piratas robachicos que en un abrir y cerrar de ojos atraparon a la princesita y se la llevaron en un barco a la costa de Malabar. Ahí, Mirrah se encontró con otros niños robados.La princesa era la más bonita, por eso todos los piratas querían quedarse con ella. Un viejo pirata con pata de palo y parche en el ojo, le lanzó un puñal y la hirió. Al verla lastimada, los demás piratas se compadecieron de ella y llamaron al padre jesuita que vivía en un convento cercano. El jesuita además de curarla aprovechó la oportunidad de hacerla cristiana y bautizarla con el nombre de Catarina de San Juan.

De Cochin, los piratas se dirigieron  a Manila, para vender a los niños. Entre los comerciantes que llegaron para comprar a los chinos, estaba uno que traía un encargo del Virrey de  la Nueva España, don Diego Carrillo y Pimentel, de conseguirle una esclava chinita de buen parecer y gracias para doña Juana, su esposa, así que acudió al mercado de esclavos de Manila, donde los piratas habían llegado con los niños para venderlos.

El comerciante deslumbrado por los grandes ojos negros y la piel morena clara de Catarina, la compró enseguida.

Pasados varios días y llegaron al puerto de Acapulco, en México. Tras recoger una mercancía más  y enterarse que el Virrey de  la Nueva España ya se había ido, el comerciante aprovechó para vender a Catarina al capitán poblano, Miguel Sosa, quien andaba buscando una esclava para su esposa Margarita Chávez. Así fue como  por azares del destino la princesa hindú llegó a vivir a Puebla de los Ángeles.

La belleza y dulzura de Catarina conquistaron el corazón de doña Margarita, quien la vistió con el mismo lujo que acostumbraban hacerlo las damas de la época cuado salían a pasear con las lindas esclavas.

Le puso una camisola con mangas de rico lienzo de Holanda, una enagua de seda o de indiana finísima recamada con randas de oro y plata, un ceñidor tejido de hijos de oro y un rebocillo corto para que dejara lucir su talle. Además le engalanó con collares y pulseras de perlas y aretes de piedras preciosas

Un día Catarina, fue al mercado y se alegró al ver que vendían paliacates, pues le recordaban su tierra, así que compró algunos para hacerse unas enaguas. Como le quedaron cortas les puso un trozo de tela amarilla en la parte de abajo, para alargarlas; se veían tan alegres y bonitas que las mestizas se las copiaron.

El tiempo pasaba. Catarina era feliz. Pero una noche falleció el capitán Sosa, así que doña Margarita decidió darle su libertad a Catarina y le entregó las joyas con las que la adornaba cuando salían juntas, comunicándole que la dejaba al cuidado del padre Pedro Suárez. Para protegerla, el padre le propuso que se casara con Domingo, un esclavo chino al que apreciaba tanto que le había dado su apellido. Catarina aceptó.

Catarina y Domingo vivían en el curato, el chino se ocupaba de la iglesia y enfloraba los altares; ella lavaba la ropa de la sacristía, hacía panecillos para la fiesta de San Nicolás Tolentino y tablillas de chocolate que regalaba a los niños que acudían al catecismo. Al morir el padre Suárez, Catarina comprendió que era el momento de vender las joyas que le había regalado doña Margarita para comprar la libertad de Domingo, quien soñaba con ser comerciante. Al poco tiempo murió el chino, en Veracruz.

Catarina quedó libre. Se fue a vivir a una vecindad. Se ocupaba de hacer  enaguas y después venderlas y socorrer a los pobres. En Puebla algunos pensaron que era una santa, pues además era curandera milagrosa; sanaba a los enfermos dándoles una bebida preparada con agua bendita y un pedazo de cuerno de unicornio.

Un buen día se encontró con una amiga de doña Margarita, quien en su memoria le regaló su chal colorado de lana de cabra, tejido en Rajastán.

A Catarina el chal le recordó a su madre y  añorando su tierra y el aroma de sus flores, ni tarda ni perezosa lo convirtió en una bellísima anagua o zagaljo que cubrió de lentejuelas para llenarla de luz.   Cada lentejuela la fijaba con una chaquira de cristal y la diminuta cuenta prendía luminosa sobre la fina lana de rojo escarlata. Con ese chal logró hacer una enagua nunca antes vista, de una belleza tan extraordinaria que entusiasmó a las mestizas, sin saber que al paso del tiempo se convertiría en la pieza clave del traje nacional de la mujer mexicana.

La huella que dejó en su niñez la fantasía oriental fue la semilla de su inspiración creadora y del gusto por embellecerlo todo.

Cuentan que una noche envolvió cuidadosamente la memoria de sus recuerdos en un paliacate y se durmió para siempre, un 5 de enero de 1688, esperando la llegada de los Santos Reyes que la llevarían a los jardines del paraíso prometido en el Corán, tal  como se lo había contado su abuelo materno, un emir musulmán.

Así vivió y murió la china poblana, que no era china ni era poblana, sino una inolvidable princesa hindú.

Disfrutaste esta historia? Qué te pareció? Comparte tus impresiones en la sección de comentarios!

Fuente Bibliográfica:

“Leyenda de la China Poblana” de Pascuaza Corona. Ediciones Tecolote.

Ilustraciones:

Lorena Mena

Artículo Relacionados:

El Ramayana en español

De cómo Panchito Mandefuá cenó con el Niño Jesús

, , ,

18 Comentarios para La China Poblana…una princesa hindú

  1. Emperatriz 26 de agosto de 2011 a las 8:48 pm #

    Que Historia…!!! bonita y triste a la vez …

    • Lorena Mena 26 de agosto de 2011 a las 11:53 pm #

      Asi es es Emperatriz, verdaderamente Mexico es un pais muy especial!

  2. mecha 12 de marzo de 2012 a las 12:17 am #

    ay que lindo cuento, de verdad que me sorprendio el origen de la prenda mexicana,pero hay un termino que no entendi(ya has hablado de la diferencia de nuestro castellano según la región):paliacate ,sera el torotoro de nuestros pemones?(en el guarde la ultima sonrisa de mi hermano David hace 18 años)

    • Lorena Mena 12 de marzo de 2012 a las 8:31 pm #

      Si…me faltó el glosario jeje…el paliacate es una bufanda colorida, a veces estampada…

  3. Jany 9 de marzo de 2013 a las 3:44 pm #

    wow nunca había escuchado esa historia, ahora se de donde viene nuestro hermoso traje. Saludos desde México

    • Lorena Mena 9 de marzo de 2013 a las 4:49 pm #

      Gracias Jany!

  4. Alii 15 de junio de 2013 a las 11:23 am #

    que hermosa historia y curioso antecedente no cabe duda que tenemos que ver con todo el mundo y pensar que con india también :3

    • Lorena Mena 17 de junio de 2013 a las 12:10 pm #

      Asi es Alix, la cultura Mexicana y la India tienen muchas similitudes, especialmente por ser culturas muy antiguas y estrechamente atadas a sus tradiciones!

  5. Fatima 7 de diciembre de 2013 a las 4:15 am #

    Gracias Lore, me encantó.

    • Lorena Mena 7 de diciembre de 2013 a las 4:46 am #

      Con el mayor de los gustos Fátima! 🙂

  6. Jerica 7 de diciembre de 2013 a las 9:13 pm #

    Me encantó esta historia y con la imaginación que tengo uffff la viví hehe 🙂 gracias por compartirla 🙂

    • Lorena Mena 7 de diciembre de 2013 a las 9:43 pm #

      🙂

  7. Atryana 8 de diciembre de 2013 a las 2:42 am #

    esta historia es la base de mi investigación, y una de las razones que tengo para ir a india entre muchas cosas, porque en mexico algunos tenemos algo de india en el corazón.

    • Lorena Mena 9 de diciembre de 2013 a las 3:34 am #

      Asi es Atryana! 🙂

  8. Jessie Del Rosario Camare de Mena 15 de diciembre de 2013 a las 12:56 pm #

    Muy linda historia y con una narradora como tu es aun mas bella, que bien, de nuevo mis mas sinceras felicitaciones.

    • Lorena Mena 16 de diciembre de 2013 a las 1:36 pm #

      Gracias!! 🙂

  9. Erica 16 de junio de 2015 a las 2:08 am #

    Hola! Que linda historia. Quien te hizo el dibujo de la china poblana?

    • Lorena Mena 17 de junio de 2015 a las 4:50 am #

      Hola Erica, todos los dibujos de la pagina son mi creación…:)

Deja una respuesta

Desarrollado por LBM Diseño Web

Facebook

Get the Facebook Likebox Slider Pro for WordPress