Origen de la Identidad Latina

omo la mayoría de los Latinoamericanos contemporáneos yo soy el producto de la mezcla de razas que caracteriza nuestro gentilicio. Mi padre era de origen nicaraguense y mi madre venezolana. Mi abuela paterna, una mujer de ideas poco convencionales para la época y nacida a principios del siglo pasado se divorció de mi abuelo y posteriormente se casa con un ciudadano norteamericano.

Mr. Smith era ingeniero mecánico y trabajaba en Panamá a donde traslada a su nueva familia, es decir, mi abuela, mi padre y sus tres hermanos donde vivieron algún tiempo. Cuando culmina su contrato, Venezuela se atravesaba por un gran boom económico debido a la explotación petrolera. Muchas compañías norteamericanas se habían establecido en el país y en esos tiempos era tierra de oportunidades. Mr. Smith consiguió un empleo y se trasladó a Maracaibo, Edo. Zulia, la tierra que me vió nacer. Mi padre tenía 16 años cuando llegó a Venezuela y sus años de formación y crianza habían sido moldeados a la usanza norteamericana. Era un hombre muy práctico y poco sentimental. Aunque no tuvo una educación formal más allá de la secundaria el hecho de hablar inglés le abrió muchas puertas a nivel laboral. Mi madre es nativa del estado Zulia, tal vez, el estado más regionalista y uno de los más tradicionales del país. Se casa con ella en segundas nupcias.

Mi madre y mi padre estuvieron casados hasta la muerte de mi padre en el año 1994. Los recuerdos de mi infancia son muy dulces. Pero tal vez una de las memorias más vívidas era cuando mi padre le decía a mi madre: “Tú y tu bendito sentimentalismo latino!”

En esos tiempos no lograba comprender el significado de esa expresión, no obstante, con los años y  la gran oportunidad de haber vivido en diversos países finalmente logré comprender a que se refería mi difunto padre.

Al vivir en otro país o compartir con una persona culturalmente ajena a nuestro entorno se genera una curiosidad natural por aprender un poco más en profundidad las características de esa nueva cultura con la que comenzamos a interactuar. Por otro lado, surge la inevitable comparación entre los patrones culturales de nuestro país nativo con dicha cultura. Pero tal vez más allá de todo este proceso, comenzamos a preguntarnos por vez primera de donde nace nuestra propia identidad, cual es el origen de nuestras tradiciones? porqué somos como somos? Qué nos hace diferentes de otras culturas?

Es indudable que en cada región del mundo la identidad de su gente se genera debido a una serie de factores históricos, climáticos, linguísticos, económicos, políticos y sociales que moldean sus características autóctonas e influyen en los comportamientos de cada individuo. Sin embargo, entre regiones hermanas siempre existen similitudes que se reflejan en las muchas generalidades que nos identifican con esa área del globo terráqueo en particular.

Al llegar a Colombia en el año 1998 y posteriormente a México en el año 2003, me dí cuenta que a pesar de ser países latinos hay muchas similitudes pero también muchas diferencias. En India con frecuencia tengo que explicarle a la gente sobre mis raíces, las características y tradiciones de Latinoamerica, especialmente porque para los indios el término Americano se resume en Estados Unidos y Canadá.

Generalizar no es fácil, sin embargo, ser latino implica muchas cosas que nos identifican, el sistema del compadre y la comadre por ejemplo, esos seres que muchas veces llegan a ser como parte de nuestra familia. El personalismo y la familiaridad en nuestras relaciones con personas ajenas a nuestro entorno y de lo cual hablaré más adelante. La importancia de la familia, la verguenza y la dignidad, la picardía, nuestra apariencia física, etc

Pocos latinos tal vez puedan apreciar la gran riqueza cultural generada a través de siglos de mestizaje e influencia foránea. Cualquier Latinoamericano reconocería con facilidad un elegante y sensual tango Argentino; entonaría de memoria una nostálgica melodía ranchera o un vallenato colombiano; se transportaría con la relajante música de Altipano; bailaría con soltura los alegres ritmos de la salsa, la samba brasileña o el merengue dominicano, y todos estos géneros  pertenecen a países distintos!

El término Latinoamerica tiene diversos significados. Para algunos incluye todos los países de América, desde el Sur de Río Grande en México incorporando todas las naciones caribeñas indiferentemente de sus antecedentes culturales y lenguaje oficial. Otros incluyen en su definición sólo las islas caribeñas hispanoparlantes (Cuba, Puerto Rico y República Dominicana) y finalmente otros consideran que Latinoamerica está conformada por las naciones continentales desde México hasta la Tierra del Fuego en Argentina. Para hacer este asunto aún más complicado, algunos rechazan el término Latino America por completo, y prefieren utilizar el término Hispano América o Indo América.

Cualquiera que sea la definición, las regiones hispanoparlantes están claramente incluídas. La geografía latinoamericana es muy diversa, en esta parte del planeta encontramos desiertos, montañas, picos nevados, llanuras y bosques tropicales. Muchos erróneamente le atribuyen a toda la región un clima tropical cuando existen ciudades importantes situadas en latitudes templadas como Buenos Aires, Santiago y Montevideo.

Brasil

El país más grande con una lengua diferente a la mayoría de las demás naciones como el portugués, es Brasil, quien a su vez es la quinta nación más grande del mundo. También es la nación con el mayor número de católicos a nivel mundial. La razón por la cual en Brasil se habla portugués, se debe a un acuerdo papal hecho por el Vaticano en la era de la colonización, la cual fué diseñada para evitar un conflicto entre las dos naciones Católicas más importantes de la época, España y Portugal. Este documento llamado el Tratado de Tordesillas (1494), dividía el mundo inexplorado entre España y Portugal a 370 leguas al Oeste de las Azores y las Islas de Cabo Verde, otorgándole de esta manera a los Portugueses, la parte más Este de Suramérica, que es hoy en dia Brasil, dejándole el resto a los españoles.

Originalmente los Españoles pensaban que habían obtenido la peor parte del trato, pensando que Africa (que cayó del lado Potugués) era mucho más rica e importante que las desconocidas colonias americanas, suposiciones que probaron ser incorrectas, al encontrar tantas riquezas en “la mitad de su mundo”. Con los años, los Portugueses y más tarde Brasileños, concentraron sus energías en expander los límites que imponía la Linea de Tordesillas hacia la parte Oeste de la región, a través de una combinación de diplomacia, expediciones y guerras. A finales de 1.800, Brasil había alcanzado casi su tamaño actual, ocupando de esta manera aproximadamente la mitad de Suramérica.

La mayoría de los Suramericanos sienten simpatía hacia los Brasileños y disfrutan muchos aspectos de la vida Brasileña. La Samba, el fútbol y hasta los diminutos bikinis. Sin embargo, reconocen que somos culturalmente distintos de muchas maneras. Muchos alegan que las diferencias se pueden escuchar incluso en el lenguaje. El portugués suena más “gentil” que el español, ya que incluye tonos más guturales y un ritmo entrecortado. Algunos incluso llaman al portugués “baby spanish” ya que su pronunciación es similar a la manera que un bebé entona los sonidos más difíciles del español.

Los Brasileños parecen ser más gentiles en otros aspectos también. Mientras la mayoría de los países Latinoamericanos lucharon para liberarse de España a través de prolongadas y violentas batallas, Los Brasileños se separaron de Portugal sin derramar una gota de sangre. La nación pasó a ser independiente debido a un factor personal. El hijo del Monarca Portugués Pedro I, declaró a Brasil independiente una noche, ya que el deseaba permanecer en Brasil en vez de regresar a Portugal como solicitaba  su padre, el rey. Este joven monarca Brasileño guió la incipiente nación en sus primeros años.

Los Brasileros también tienden a ser más informales y relajados que sus vecinos, debido en parte a los diferentes patrones de asentamiento de la época colonial. Según Richard Hill:

“…la personalidad de los Portugueses refleja el clima húmedo y templado del litoral, un mundo completamente distinto al severo ambiente de las tierras altas de España…en ocasiones donde los españoles son ceremoniosos o lejanos, los Portugueses son extrovertidos y entusiastas…”

Finalmente, el elemento africano es mucho más marcado en Brasil que en la mayoría de los países Suramericanos, a excepción tal vez, de Venezuela y Colombia. Los esclavos llegaron al Brasil a trabajar en las plantaciones. Es difícil determinar el porcentaje real de Brasileños con ascendencia africana en la actualidad, pero se estima que de un tercio a dos tercios de la población actual tienen herencia africana. Esta influencia se refleja en la apariencia de muchas personas, el ritmo de la música, el sabor de la comida  e incluso en las manifestaciones religiosas.

Hispanoparlantes

Aunque los Mexicanos, Centroamericanos y las naciones caribeñas hispanoparlantes comparten el mismo lenguaje, aún nos separan significantes diferencias culturales. Por ejemplo, muchos Suramericanos de la región del Cono Sur (Argentina, Chile, Paraguay e Uruguay) consideran a las naciones Centroamericanas  más “exóticas” y “diferentes” y algunas veces trazan una aguda distinción entre ellos y los “tropicales” Centroamericanos.

Existen muchas razones para percibir tales diferencias. Una de ellas se atribuye a la naturaleza del legado indígena que ha influído en los patrones culturales de estas regiones hasta la fecha. Por ejemplo, la fascinación de los Aztecas con la muerte y los sacrificios humanos no fue tan impactante en las regiones Andinas, donde predominaba la cultura Inca. En consecuencia, la visión popular de la muerte y los rituales relacionados con los funerales varían significativamente en ambas regiones. La cocina también refleja los diferentes linajes precolombinos. Un taco en Chile o Venezuela es un embotellamiento de tráfico, pero en México es una tortilla de maiz enrollada con diferentes tipos de relleno en su interior. Por otro lado, los Mexicanos han tenido una dinámica diferente para abordar sus raíces indígenas. Una de las consecuencias de la Revolución Mexicana a principios del siglo pasado, fué una incorporación más abierta a la presencia nativa en la cultura y la sociedad del país. Esta aceptación y reverencia por lo nativo en México, aunque algunas veces es más retórica que verdadera, no ocurrió con la misma intensidad en la mayoría de los países Suramericanos a excepción tal vez de Bolivia y Ecuador.

Los patrones de influencia foránea en ambas regiones también han sido diferentes. Los Mexicanos, Centroamericanos y las regiones Caribeñas han sido más suceptibles a las intervenciones e influencias foráneas, especialmente de los Estados Unidos. Debido a su ubicación geográfica se consideran regiones, “estratégicamente” mejor ubicadas en un sentido global que Bolivia o Paraguay por poner un ejemplo. En contraste, las regiones Suramericanas  históricamente han estado menos vinculadas a los Estados Unidos desde un punto de vista político o una perspectiva estratégica.

No tan sólo las políticas gubernamentales Norteamericanas hacia ambas regiones son diferentes, también se refleja en el flujo migratorio. Millones de Mexicanos, Centroamericanos y Caribeños viven en los Estados Unidos y llegan cada dia más. Comparativamente los inmigrantes Suramericanos son una minoría y muchos prefieren Europa a Estados Unidos como destino turístico o residencial.

Como consecuencia, por un lado los Mexicanos, Centroamericanos y Caribeños y por otro lado los Suramericanos, tienen diferentes perspectivas en cuanto a sus relaciones con los Estados Unidos y otros países. En muchos casos los Suramericanos se quejan de la excesiva atención e intervención que los Estados Unidos dedican a sus asuntos internos y tienden a ser más ambivalentes en relación a su lugar en la arena internacional, por ende, con frecuencia se preocupan más por ser desconocidos en vez de ser conocidos muy bien. Muchos comienzan una conversación con un extranjero preguntandole: Sabes donde queda mi país?

Origen Etnico

El establecimiento de las colonias Españolas de las Américas es una de las historias de aventuras y tragedias más grandes de todos los tiempos. Tomó 80 años desde la llegada de Colón para que el territorio estuviera bajo dominio español. La rápida y a menudo violenta expansión tuvo muchas repercusiones. Quizás la consecuencia más importante  de la colonización fué poner en contacto, de manera forzada, los individuos de tres continentes distintos – Suramérica, Africa y Europa.

Probablemente en ninguna otra parte del mundo moderno, se unieron personas con tanta diversidad étnica como en Latinoamerica, durante el pasado medio milenio. La interrelación entre Europeos, Indios y Africanos durante el período colonial ha jugado un rol importante en la configuración de la cultura contemporánea, creando un gentilicio de gran diversidad. Esta diversidad étnica y cultural ha probado ser, a través de los siglos una de las más grandes fuentes de conflictos y a la vez de creatividad en la región.

Los Indígenas

Existen diversas teorías sobre el origen de los indígenas americanos, sin embargo la más aceptada es que los habitantes originales del continente americano eran Asiáticos que cruzaron un puente de tierra natural a través de la parte más norte de Norte América hace  40.000 a  25.000 años. Se asume que se fueron expandiendo gradualmente hasta llegar la parte más sur del continente. Cualquiera que hayan sido sus orígenes, los indígenas latinoamericanos son muy diversos. Muchos tienen sus patrones culturales y lenguajes propios.

Las civilizaciones precolombinas más destacadas fueron los Incas en Suramérica, los Aztecas en México y los Mayas en la región de Yucatán en el Sur de México y parte de Centroamérica. El Imperio Inca fue derrotado por los Españoles en 1532, y aún permanece su legado que puede notarse entre la gente de Bolivia y Perú. Incluso muchos aún hablan Quechua.

Otros grupos indígenas relevantes incluyen a los Mapuches del Sur de Chile y Argentina y los Chibchas de Colombia. Existen muchos más grupos nativos viviendo en la actualidad en su hábitat natural y aunque la mayoría fueron eliminados por el hombre blanco, algunos han sobrevivido el siglo 21, manteniendo un contacto mínimo con la civilización, particularmente en los bosques tropicales del Amazonas. Dos de los grupos más conocidos son los Yanomami que habitan en el límite entre Venezuela y Brasil y los Huaoranis del Ecuador.

A excepción de los grupos tribales aislados, es muy difícil discernir acerca del legado precolombino. Las culturas indígenas de hoy en día son el producto de 500 años de evolución en un contexto colonial y republicano. Por ejemplo, muchos de los trajes tradicionales tienen su origen en la vestimenta de los campesinos Europeos del siglo 16. Comidas tradicionalmente europeas como los frijoles, el trigo y la cebada se han convertido en la dieta diaria de la mayoría de los grupos indígenas.

Aunque la situación de los indígenas hoy en día es dificil, ya que sus condiciones de vida son duras, muchos angloparlantes manifiestaban opiniones excesivamente negativas sobre como fueron tratados por los Españoles. Estos puntos de vista se atribuyen en parte a una campaña de desprestigio hacia la Iglesia Católica por parte de los Británicos Protestantes que se llevó a cabo en los siglos 16 y 17 cuando ambos países se disputaban la supremacía conquistadora. Esta bien financiada campaña ha tenido repercusiones hasta la era moderna, dando lugar a lo que se conoce como la Leyenda Negra, la cual  yuxtapone la crueldad de los Españoles durante la conquista de Latinoamerica con la supuesta mucho más benevolente campaña de expansión por los colonizadores  Británicos en Norte América.

Irónicamente las semillas de la Leyenda Negra se originaron en la misma corte de la Monarquía Española  a principios del siglo16. Se llevaba a cabo un polémico debate sobre si los Indígenas tenían realmente almas o no y por ende si debían ser utilizados como esclavos. Bartolomé de las Casas, un fraile Dominicano que fué testigo de la primeras colonizaciones ofreció sus observaciones personales sobre la brutalidad de los Españoles hacia los nativos, y argumentaba que “todos las personas del mundo eran seres humanos”. Su argumento fue tan persuasivo que el Monarca Español del momento, Carlos I, decretó ciertas pautas para proteger a los nativos, entre ellas, la prohibición de usarlos como esclavos.

Aunque las reglas del Rey escasamente se respetaron en las colonias, por la distancia existente con Europa, esta discusión tuvo dos consecuencias. La primera fue la publicación de los argumentos de Bartolomé de las Casas en un tomo titulado “Brevísima Historia de la Conquista de las Indias”, de la cual los publicistas Británicos se aprovecharon y tomaron extractos del tratado y lo distribuyeron entre el mundo Protestante. Estos escritos sirvieron para ensombrecer o denigrar la reputación internacional de los Españoles y de allí nace la Leyenda Negra.

El hecho de que Carlos I decretara la prohibición del uso de los indígenas como esclavos en las colonias, obligó a los colonizadores a buscar otra fuente de mano de obra…los Africanos.

Los Africanos

El flujo de esclavos africanos comenzó alrededor de 1510. La gran mayoría llegaron al Brasil, el Caribe y la parte más Sur de Estados Unidos. Se establecieron en las áreas costeras del Mar Caribe y la Costa Ecuatorial Pacífica donde existían grandes plantaciones de muchos tipos. Hoy en día, el mayor porcentaje se ubica en Brasil y Venezuela. Cerca de un 5 por ciento de la población de Colombia, Ecuador y Uruguay tienen ancestros Africanos. El resto de los países tienen porcentajes más bajos.

Los Europeos y Otros Pobladores

La presencia Europea llegó a Latinoamerica en varias etapas. La primera etapa, durante el período colonial, estaba compuesta primariamente de Españoles, aunque otras nacionalidades también estaban representadas. Estos inmigrantes se congregaron en su mayoría en áreas donde el control colonial Español era más fuerte y los minerales más ricos, como Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia.

La siguiente ola de inmigrantes llegó en la era posterior a la Independencia. Las regiones más atractivas fueron la región del Cono Sur por sus fértiles tierras y Venezuela por su petróleo. Las nacionalidades predominantes fueron los Italianos, Españoles y en menor proporción, Franceses y Británicos.

Argentina atrajo el mayor número de inmigrantes a finales del siglo 19 y comienzos del siglo 20. Durante esa época habían más extranjeros que residentes nativos en su capital Buenos Aires. Los Italianos eran el grupo predominante. También llegaron un gran número de Judíos a Argentina al igual que a otros países de la región. Este fenómeno fue en parte creado por la iniciativa del Barón Maurice de Hirsch, un acaudalado judío Alemán  que creía que podía resolver el “problema judío” en Europa reestableciendolos en colonias agrícolas en Suramérica. Gastó más de 40 millones de dolares para lograr su objetivo. Este experimento social ayudó a hacer la población judía de Argentina la segunda más larga de América, después de los Estados Unidos.

Muchos Alemanes se establecieron en el Sur de Chile a finales de 1800 debido a una campaña gubernamental de traer gente trabajadora a esta región. Los Croatas se congregaron en otras partes de Chile, especialmente en Punta Arenas y en el pueblo minero de Antofogasta.

Existen comunidades relativamente grandes de Japoneses y Chinos en Perú. Inicialmente llegaron como “coolies” y trabajaban bajo condiciones casi de esclavitud, por ejemplo tenían tres días libres al año. Muchos de sus descendientes han llegado a ser muy exitosos. Alberto Fujimori, ex presidente peruano, es de descendencia Japonesa. El ex presidente Argentino Carlos Menem es de descendencia Siria musulmana.

Conflictos y Similitudes

Cada uno de los tres grupos étnicos iniciales – indígenas, Africanos y Caucásicos – se enfrentaron entre todos en la primera etapa del período colonial. A menudo eran encuentros violentos, debido a la desigualdad. Ya fuese entre colonizador y colonizado, amo y esclavo, jefe y sirviente o amante y esposa, los blancos generalmente dominaban el encuentro, en ocasiones de manera agresiva. La dinámica y consecuencia de esta interrelación, dió lugar a la formación de muchas prácticas culturales de la región Latinoamericana.

Los Ibéricos, venían de la península Europea, donde se estaba llevando a cabo un movimiento cultural que valoraba la individualidad, la realización, la acumulación de riqueza y el poder de la palabra escrita. Por el contrario, los indígenas Suramericanos nunca habían desarrollado un lenguaje escrito. Su comunicación era principalmente oral y las historias y los mitos eran los elementos claves en la difusión del conocimiento. Los nativos veían la sociedad de manera colectiva y la vida se consideraba sagrada, ceremonial y en ocasiones parte de un sacrificio.

Estas perspectivas culturales contrastantes reflejan cómo ambos grupos perciben su relación con la tierra. Para los Españoles la tierra debía ser conquistada, adquirida, explotada y utilizada para el enriquecimiento personal. Para los indígenas la tierra era sagrada y su significado era ser compartida y utilizada como sustento.

Para los indios el oro y la plata debían ser reverenciados y utilizarse con propósitos artísticos o ceremoniales. Para los Europeos, estos recursos naturales eran un medio de obtener riqueza personal.

A pesar de las grandes diferencias los tres grupos compartían ciertos valores culturales comunes. Uno de ellos era la importancia que todos le daban a los mitos y las tradiciones. El mundo del Español medieval estaba lleno de criaturas mágicas. Contaban historias de mujeres gigantes del Amazonas, de seres humanos de pies gigantes en la Patagonia y de la Leyenda del Dorado, el cual nunca se encontró.

Los mitos eran igualmente importantes entre los indígenas y los Africanos. De hecho, ciertos mitos de los indígenas Andinos contribuyeron a su conquista por los Españoles. Ellos creían que los conquistadores eran Viracocha, un Dios de piel blanca con barba quien ellos pensaban que había sido el creador de todos los animales y los hombres.

La importancia dada a los mitos y las historias se refleja hoy en dia. En Latinoamerica abundan los artistas  quienes muchas veces dejan sus trabajos regulares y van detrás de su vocación verdadera como poetas, pintores o artistas.

Otra similitud era la importancia que todos los grupos étnicos le daban al ritual y las ceremonias.

Los Españoles estaban motivados por las ideas de contra-reforma que se enfocaban en los sacramentos, la ceremonia y los rituales como claves para la salvación. Para los indígenas y Africanos, la ceremonia y el ritual eran aún más importantes, representando en muchos casos la manera en que se manifestaba su espiritualidad y los vínculos que creaban y mantenían los miembros de la comunidad.

En la actualidad estas manifestaciones rituales se reflejan en la cultura a través de los dias festivos y celebraciones de cada región, y en muchos casos de dimensiones religiosas. Celebrar es importante, por ejemplo, cuando se culmina la construcción de un edificio, se hace una fiesta para los trabajadores de la construcción donde se ofrecen bebidas alcohólicas y comida. Cualquier razón es buena para celebrar y las reuniones duran hasta altas horas de la noche, lo cual constituye parte del disfrute de la vida en el contexto latino.

El Mestizaje

El encuentro intercultural más significante fue de naturaleza sexual. La mayoría de los Europeos eran de sexo masculino, a diferencia del patrón de asentamiento experimentado en la colonización de Estados Unidos por ejemplo, en el cual participaron muchas damas colonizadoras  y un gran numero de parejas casadas, en contraste, muy pocas damas Españolas vinieron a las colonias Latinoamericanas y menos aún esposas.

Debido a la naturaleza jerárquica de las relaciones entre Europeos, indígenas y Africanos, la mayoría de estos encuentros sexuales reflejaban una asimetría de poder y diferentes códigos de conducta. Los hombres Europeos trataban las mujeres Europeas de una manera, pero generalmente las indígenas y las Africanas de otra muy diferente. Muchas veces eran encuentros sexuales forzados o violaciones en algunos casos. Aún cuando eran breves encuentros, raramente terminaban en matrimonio y los hombres blancos decidían el curso de la relación.

La actitud relativamente “abierta” sobre tener sexo con indígenas o Africanas, se atribuye en parte, a los siglos de control que tuvieron los moros sobre la Península Ibérica donde existió una sociedad multiracial y multicultural. Una vez más, esto fue un gran contraste en comparación a los colonizadores Anglosajones de NorteAmerica e India, por ejemplo, quienes tenían tendencia a establecer grandes barreras raciales.

Finalmente la Iglesia Católica jugó un rol significante  aprobando estas relaciones interraciales, ya que desde la perspectiva de la Iglesia se podían obtener muchos beneficios aprobando estos encuentros íntimos entre hombres Católicos y sus amantes indígenas o Africanas. Aunque los matrimonios Cristianos entre parejas de diferente origen étnico estaban prohibidos durante el período Colonial, la Iglesia reconoció un gran número de parejas interraciales al igual que a sus hijos, quienes eran bautizados como Católicos.

Estos niños fueron la consecuencia más importante del período colonial, ya que estos vástagos eventualmente pasaron a constituír los segmentos más importantes de la sociedad. La mezcla originada de la combinación de los diferentes grupos raciales es un proceso que se conoce como mestizaje. Los hijos entre blancos e indígenas se llamaban “mestizos”; los descendientes entre blancos y Africanos se llamaban “mulatos” y los hijos nacidos de una relación entre indígenas y Africanos se llamaban “zambos”.

Durante la era colonial, la gente proveniente de estas mezclas estaban ubicados en un nivel medio de la estructura social jerárquica – con los blancos en el tope de la estructura y los indígenas y Africanos en el fondo. Los mestizos y mulatos componen la mayoría de los grupos étnicos sociales en la actualidad en la mayor parte de las regiones Latinoamericanas, a excepción de Argentina y Uruguay.

La Identidad Latinoamericana

La preponderancia del mestizaje tiene implicaciones que trascienden el aspecto puramente racial. El variado legado étnico trae a la luz una serie de preguntas desconcertante: Quienes son los latinos y qué representan culturalmente? Deben hacer énfasis en sus raíces indígenas, sus orígenes Africanos o su linaje Europeo? Qué los hace únicos?

Las respuestas a estas preguntas de identidad varían enormemente entre las diferentes regiones. Algunos Latinoamericanos se sienten orgullosos de sus raíces indígenas o Africanas, mientras otros las rechazan, aunque su fisionomía refleje claramente su origen mestizo. Muchos están inseguros de quienes son realmente y muchas veces esta crisis de identidad influencia su percepción de sí mismos y de su lugar en el mundo. No es de sorprender que la imagen que más se utiliza para describir a la mayoría de los Latinoamericanos es la máscara, un disfraz superficial cuyo objetivo es esconder la identidad verdadera.

El Blanqueamiento

Una de las manifestaciones que refleja de manera clara la lucha con la identidad es la gran cantidad de personas en Latinoamerica que tienen preferencia por lo que es Caucásico (blanco) sobre lo que indígena o Africano, ya que lo primero se relaciona con la cultura dominante y un mayor estatus en la jerarquía social. En un proceso llamado “blanqueamiento”, muchos individuos pretenden parecer “más blancos” de lo que verdaderamente son, tanto literalmente como figurativamente. Puede notarse en muchos aspectos de la sociedad contemporánea, por ejemplo, aunque la mayoría de la población es de descendencia nativa, la media muestra principalmente personas de descendencia caucásica. Las mujeres frecuentemente aclaran su cabello y muchos anuncios de trabajo solicitan “alguien de buena presencia” lo que generalmente significa alguien que no sea muy “indio” en apariencia.

Por ejemplo, la definición de raza entre Latinoamerica y Estados Unidos es muy diferente. En Estados Unidos la afiliación racial se basa primordialmente en los ancestros. En Latinoamerica se define más desde una perspectiva cultural. Por ende, alguien que tenga características indígenas en su apariencia pero que tenga pocos nexos con la cultura  indígena se clasifica a sí mismo como blanco.

Los intentos de blanqueamiento van más allá de lo físico. A un nivel más profundo, el concepto implica denigrar de los aspectos racialmente nativos o Africanos. Al elevar todo lo que es Caucásico, aquellos que tienen una identidad mezclada implícitamente se ponen ellos mismo y a su propia cultura en una posición inferior. Por ende, el blanqueamiento tiene profundas consecuencias en los conceptos de autovaloración.

Esta preferencia por lo que es “blanco” explica en parte, la atracción por muchos Latinoamericanos sobre los bienes importados de Europa o Estados Unidos. A menudo se asume que cualquier cosa que provenga de una tierra donde la gente es “más clara” es superior y más avanzado. Este concepto prevalece no sólo en el campo de la tecnología sino en la moda, el arte, las ideas y algunas veces la gente.

Muchos latinoamericanos tienen la tendencia a copiar o imitar – muchas veces ciegamente – lo que se origina más allá de las fronteras de su región y no aprecian su cultura local.

Divisiones Interculturales Evidentes

En muchas ciudades Latinoamericanas coexisten dos realidades culturales en una misma área geográfica. Las zonas habitadas por las élites, generalmente las que descienden de linaje caucásico, a menudo reflejan cierto parecido a las áreas residenciales de Estados Unidos o Canadá, rodeadas de restaurantes de comida rápida, centros comerciales y constantes desarrollos urbanos. En contraste, los sectores más humildes de muchos centros urbanos a menudo están habitados por personas de piel más oscura y estilos de vida muy diferentes. Muchos apenas sobreviven. En estas zonas se encuentra una gran proliferación de prácticas y figuras religiosas populares, tiendas que venden hierbas indígenas y otros objetos medicinales, y generalmente se observan estilos de vida más colectivos entre la familia y los vecinos.

En consecuencia, Latinoamerica no sólo es multicultural sino culturalmente dividida en muchas maneras.

La Cruz y la Espada

El legado español en las colonias Latinoamericanas se extiende más allá de la composición racial y étnica de la región. Los Ibéricos se las ingeniaron para controlar las colonias por más de 300 años en una época donde las comunicaciones  y la tecnología eran extremadamente lentas e ineficientes. Fueron capaces de mantener este control a través de las estructuras políticas, económicas y sociales que implementaron en las colonias. Estas estructuras sociales en principio fueron moldeadas por los monarcas Españoles y sus muchos consejeros. La Iglesia Católica también jugó un rol importante en la expansión del poder de los conquistadores caucásicos, difundiendo valores y conceptos espirituales y a través de su impacto en los campos de la educación, servicios sociales e incluso en la política.

Es por esto que la colonización de Latinoamerica ha sido apodada “La Cruz y la Espada”, una manera de hacer énfasis en esta complicada relación entre los líderes militares y políticos Españoles y los sacerdotes y las monjas de la Iglesia Católica. Ambas entidades dirigieron y moldearon el período colonial en la región, contribuyendo de manera significativa al desarrollo de muchos de los modelos y estructuras sociales. Aunque el período colonial terminó hace siglos, la influencia de la cruz y la espada se refleja en la actualidad.

La Cruz

La conquista del Nuevo Mundo no sólo estuvo motivada por la promesa de la obtención de tierras y riqueza, sino por un ardor misionero. Los Españoles medievales creían devotamente en la exclusiva y absoluta verdad de su Catolicismo. En esa época Europa estaba al final de la Edad Media. Su inclinación ferviente era reforzada por los eventos políticos que sucedieron en la Madre Patria durante este período. Es más que una mera coincidencia que el primer viaje de Colón a América se llevó a cabo el mismo año que los Españoles bajo el liderazgo de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, finalmente expulsaron a los Moros de su último destacamento en suelo Español que fue Granada. La reconquista Católica de la Península Ibérica había sido una extensa lucha, y la victoria Cristiana les dió la sensación que Dios estaba de su lado. Luego de muchos siglos de una larga y apacible coexistencia entre las comunidades religiosas que residían en España – Musulmanes, Judíos y Católicos – los monarcas Católicos, como pasaron a llamarse Isabel y Fernando, demandaron que todos sus súbditos se convirtieran al Catolicismo. Muchos Musulmanes y Judíos enfrentaron la difícil decisión de convertirse al Cristianismo, dejar España o mantenerse fiel a su fé corriendo el riesgo de ser sometidos por la temida Inquisición. El proselitismo Católico se extendió a las colonias americanas del Nuevo Mundo. Irónicamente, al parecer muchos Europeos que vinieron a las colonias eran realmente Judíos Españoles que pretendían esconder su afiliación religiosa, con el sueño de que estarían más seguros en la distante América que en España. Sin embargo, en líneas generales la gran mayoría de los colonizadores eran Católicos devotos que creían firmemente en la verdad exclusiva de su religión y planeaban promover sus creencias en el Nuevo Mundo.

El rol de la Iglesia Católica no se limitaba sólo al campo espiritual, su presencia física fue un elemento importante en la conquista y colonización de Latinoamerica. En cada ciudad, pueblo o villa que los Españoles establecían, la primera estructura que se levantaba en la plaza central era la Iglesia en un lado y las oficinas de gobierno en el otro.

En algunos sitios como Cuzco o México, construyeron iglesias encima de muchos santuarios indígenas sagrados.

Esta cercana yuxtaposición de la Iglesia y la oficina gubernamental en la plaza principal refleja la interrelación entre el campo religioso y político que existía en la España colonial. Se asumía que el monarca, sus representantes en las colonias y la Iglesia Católica eran aliados y trabajaban juntos por una misma causa. El Virrey era la máxima autoridad y estaba a cargo de los asuntos políticos y religiosos.

Unos de los Españoles más dedicados  en llegar a las colonias fueron los sacerdotes. Aunque pueden ser considerados paternalistas desde un punto de vista moderno, muchos religiosos lucharon duramente no tán sólo para convertir sino también para ayudar a los nativos. Muchos frailes eran los más acérrimos críticos de los abusos de los conquistadores a los nativos, aunque eran una minoría en el Clero colonial.

Los Católicos impusieron sus ideas religiosas sobre los indígenas a menudo de manera despiadada. Sin embargo, desde la perspectiva de muchos grupos nativos, quienes en su mayoría adoraban un panteón de varios Dioses, lo que pudieron entender de la fé Católica (con frecuencia no era mucho debido a la barrera linguística) no era tan incongruente de sus propias creencias. Muchos Africanos traídos como esclavos también llegaron a la misma conclusión. Debido a que ninguno de ambos grupos practicaba una espiritualidad exclusiva, muchos indígenas y Africanos se convirtieron al Catolicismo mientras se mantenían fieles a sus creencias. Esto se hacía de manera abierta y encubierta. Aunque al principio las figuras y rituales de la Iglesia se utiliban como fachada para ocultar la adoración de sus propias deidades, con el tiempo las religiones se empezaron a mezclar, especialmente a nivel popular y a menudo era difícil distinguir entre símbolos Cristianos impuestos y las ceremonias de los indígenas y/o Africanos.

Uno de los aspectos más faciles de adoptar por los nativos y Africanos eran la gran cantidad de santos – cada uno con personalidad propia, ya que los comparaban con sus propios Dioses y Diosas. En un proceso llamado “sincretismo”, las figuras de los santos Cristianos y las figuras espirituales indígenas comenzaron a mezclarse para dar paso a la fé popular del continente.

Una de las figuras más veneradas fue la Virgen Maria ya que muchos de los nativos la identificaban como un símbolo maternal sagrado. A lo largo de todas las colonias comenzó a florecer un culto a la Virgen aún más fuerte que en el Catolicismo Europeo, y la Virgen se le “aparecía” a mucha gente. A cada aparición se le daba un nombre distinto, es por ello que hoy en dia cada región Latinoamericana se venera al menos un Virgen en especial.

Los Católicos Europeos y algunos indígenas también compartían una visión fatalística de la vida. El Catolicismo medieval introdujo la creencia que mucho de lo que le ocurría a una persona en la vida se debía a la voluntad de Dios y no podía alterarse, lo cual era una perspectiva bastante similar a las creencias indígenas.

Esa sensación de fatalidad aún perdura en la cultura Latinoamericana. Muchos latinos piensan – aún los más seculares –  que nada en la vida se puede explicar, predecir o controlar. Cada persona tiene un destino. Una expresión muy popular cuando sucede un evento trágico es: “ese fue su destino”.

Sin embargo, ese fuerte sentido de fatalidad viene acompañado de una especie de remedio y algunas veces puede ocurrir una intervención divina. La creencia en los milagros en muy intensa en Latinoamerica. Es muy común ver placas de agradecimiento a los santos y vírgenes en muchos sitios públicos y religiosos a lo largo de toda la región.

El tema de la muerte se expone más abiertamente en Latinoamerica que en Estados Unidos, por ejemplo. El sentido palpable de la posibilidad y la realidad de la muerte se refleja ampliamente en el arte y la literatura.

Las actitudes hacia la muerte también se reflejan en el tratamiento que se le dá a los muertos. Las tumbas, por ejemplo, son un lugar común de visita y es muy normal ver familias enteras visitando a sus seres queridos en el cementerio. Muchas tumbas que son típicamente mausoleos, son engalanadas con flores, fotografías y otras posesiones materiales del difunto. Esto es particularmente común en las tumbas de los infantes y los niños, donde algunas veces se encuentran decoradas con juguetes y otros recuerdos. El 1 de Noviembre se celebran en toda la región el Dia de Todos los Santos que de acuerdo a la fé Católica es el momento en que todos los espíritus se encuentran más cercanos al reino terrenal, asi que la gente va a visitar las tumbas en grupo para compartir con sus difuntos, llevando a menudo flores de colores vibrantes para adornar las tumbas.

En la actualidad, las naciones Latinoamericanas se encuentran entre las más católicas del mundo y aunque muchas personas no van a misa con frecuencia, siguen siendo profundamente devotos. Aunque la Iglesia técnicamente está separada del Estado, sigue ejerciendo una enorme influencia. Los Latinoamericanos le han dado al Catolicimo – al menos a nivel popular – un toque mágico y místico, a través de la influencia de las creencias indígenas y Africanas por encima de los dogmas Católicos.

La Espada

Cuando Colón “descubrió” América, la nación Española aún estaba sumergida en la Edad Media de muchas maneras. Ni la Revolución Industrial ni los comienzos de la democracia habían todavía sacudido las estructuras medievales de Iberia. La riqueza se relacionaba con la posesión de tierras y la acumulación de metales precisos, especialmente el oro.

La gran mayoría de los primeros colonizadores provenían de las regiones más pobres de España, quienes estaban motivados por poseer tierras propias fuera de los límites de su país, ya que según la ley Española, la tierra la heredaban sólo los hijos mayores. Muchos eran personas sin educación formal. Su sueño era hacer fortuna en el Nuevo Mundo y luego regresar a su terruño para vivir confortablemente el resto de sus días. Dentro de este contexto, el tiempo invertido en América era visto principalmente como un medio de lograr un estilo de vida prestigioso al regresar a España. Este punto de vista generó un enfoque de explotación a la colonización que hacía énfasis en cuánto podía “sacarse” de la región Americana para España y los Españoles.

Para mantener el control sobre la región, los monarcas Españoles implementaron un sistema conocido como la Encomienda que más tarde se llamó latifundio. Este sistema se introdujo por primera vez en 1503. Consistía en otorgarle a los conquistadores la tierra y la gente que en ella residía con la condición de velar por el bienestar de sus “súbditos”. Los indígenas a cambio, estaban obligados a proveer labor y otros servicios a sus superiores en compensación por la protección física recibida y la instrucción religiosa. En algunas encomiendas se empleaban esclavos Africanos cuyo estatus era menor que el de los indígenas.

En la práctica, la encomienda terminó siendo un sistema muy explotador ya que los encomenderos le daban poca importancia a la salud o intereses de sus súbditos y continuaban acumulando tierras para esclavizar a los indígenas.

Las colonias se dividieron en unidades administrativas llamadas Virreinatos. En Suramérica habían tres Virreinatos. El primero y más importante era el Virreinato de Perú y su capital fue Lima. El segundo fue el Virreinato de Nueva Granada con su capital en Bogotá creado en 1717 y el tercero y último fue formado en 1776 que fue el Virreinato de Río de la Plata, con su capital en Buenos Aires. El gobierno colonial se mantuvo enteramente en manos de los Españoles conocidos como peninsulares, quienes eran designados por el monarca Español por un período de tiempo limitado.

Como era de esperarse, esto creó una estructura política y administrativa burocrática, situación que perdura hasta nuestros dias. La posición más alta la ocupaba el Virrey quien presidía todos los asuntos políticos y religiosos.

Una de las características más resaltantes de la vida diaria en Latinoamerica es la burocracia en todas sus expresiones. Algunas veces nada se puede llevar a cabo fácilmente debido a la cantidad de tiempo y energía que consume la ejecución de cualquier tipo de trámite especialmente si está relacionado con una oficina gubernamental.

Los monarcas Españoles para preservar sus riquezas exigían el pago del “quinto real” de todo lo que se encontraba en el Nuevo Mundo.  Anualmente zarpaban galeones repletos de oro y plata para satisfacer sus demandas. Se concentraron tanto en sus riquezas minerales, que no se unieron a la Revolución que estaba comenzando a barrer el continente Europeo. Un siglo después de la colonización de las Americas, España comenzó a declinar.

Su incapacidad para cambiar de una sociedad semifeudal a una sociedad capitalista tuvo también importantes consecuencias sobre las colonias. Los monarcas llegaron al punto de prohibir cualquier tipo de actividad manufacturera y tampoco permitían que las colonias tuvieran ningún tipo de intercambio comercial directo con otros países o entre las mismas regiones vecinas. Por ejemplo, para que el Virreinato de Rio de la Plata comercializara legalmente con Perú, los productos tenían que enviarse por barco primero a España y luego cruzar de regreso todo el Atlántico de nuevo hasta finalmente llegar a Perú.

Obviamente, los locales no tardaron en encontrar maneras para burlar estas políticas restrictivas, así que la actividad  de contrabando proliferó durante todo el período colonial. Este incumplimiento de los edictos coloniales se extendió mucho más allá del contrabando.

Esta actitud “relajada” hacia las reglas y regulaciones aún se refleja en la vida contemporánea del latino. Desde los casos más simples hasta las ilegalidades más flagrantes como la evasión de impuestos, los casos de corrupción y soborno. Es muy difícil cambiar siglos de patrones de comportamiento.

La prohibición de los monarcas contra la industrialización de la región y su estímulo de promover la exportación de materias primas ha sido difícil de modificar. A pesar de los muchos esfuerzos por promover la industrialización, hoy en día todas las naciones Latinoamericanas  – aún las más exitosas económicamente – son grandes exportadoras de materias primas.

El sistema de la encomienda condujo a una distribución desproporcionada de la tierra y los recursos económicos. De hecho, Latinoamerica tiene la distribución de recursos más desigual de cualquier región del mundo. Mientras algunas personas (algunos descendientes de los primeros colonizadores) poseen enormes extensiones de tierra y una gran riqueza heredada, muchos (a menudo descendientes de indígenas)  apenas sobreviven.

Las Relaciones Personales

Una de las orientaciones culturales más notables del Latinoamericano es la manera de relacionarnos con los demás denominado personalismo. El personalismo es una manera de estructurar las interacciones humanas donde – como el término lo indica – se hace énfasis en el elemento personal. El personalismo se refleja en la creación de lazos de calidez emocional, la preferencia en la comunicación cara a cara siempre que sea posible, conocer un poco de la vida personal de los demás (por ejemplo sobre su familia, hijos, salud, pareja, etc)  y disfrutar una sensación de interconexión.

Tales sentimientos de interconexión son cruciales y explican porque los Latinoamericanos típicamente no establecen límites entre ellos y las demás personas tan bruscamente como lo hacen muchos Angloparlantes, como los Norteamericanos por ejemplo. Los latinos tienen una orientación comunitaria, definiendo muchas veces su individualidad por la forma cómo se relacionan con otras personas, especialmente con aquellos que han establecido vínculos de personalismo.

Richard Rodríguez resume brevemente las diferencias culturales en la siguiente frase: “…el punto en los Estados Unidos es resaltar de la multitud, el punto en México (Latinoamerica) es la multitud…”

Estas diferencias interculturales se aprecian incluso en el lenguaje. Por ejemplo, en el lenguaje español, a diferencia del inglés, existen numerosos términos para describir las relaciones interpersonales y los matices entre estos términos son muy sutiles. Ejemplos de estos términos son las palabras querer, amar, adorar, estar enamorado, sentir afecto y apreciar. El significado real de estos términos muchas veces no puede transmitirse de manera adecuada en inglés. Uno de los términos más importantes es la palabra cariño. Describir a alguien como cariñoso/a  se considera uno de los cumplidos más apreciados en Latinoamerica y este puede manifestarse a través de un cercano contacto físico, una expresión de preocupación y atención a las necesidades de otra persona, hospitalidad o el sentido de estar presente emocionalmente durante los encuentros personales.

La cultura latina hace énfasis en dar y recibir cariño y el hecho de relacionarse emocionalmente con los demás en parte está motivado, tal vez inconscientemente, por el deseo intrínseco de conectarse con lo que se considera el aspecto más importante en un ser humano, su alma. La mayoría de los latinos, aún los más seculares, creemos que todos poseemos un alma imbuída en nosotros por una fuerza más grande y poderosa que va más allá del alcance humano.

Conectarse al alma de los otros es un medio primario por el cual cultivamos nuestra propia alma, lo cual se considera de vital importancia tanto para la realización individual como para el sustento emocional. Sentir o percibir el alma de otra persona cumple un doble propósito, una es conocer las cualidades más intrínsecas de esa persona y por otro lado tener acceso – a través de la relación – a los aspectos más significativos de su vida, aquellos que no se pueden medir o elementos que no están relacionados a lo material y que algunos llaman lo espiritual. Debido a lo anteriormente expuesto, los latinos creemos que a través de nuestra relación con los demás  podemos lograr una máxima individualidad, la cual no se puede lograr por sí solos.

Dada esta perspectiva cultural, no es de sorprender que muchos latinos encuentren difícil de entender porque los Norteamericanos se esfuerzan en ser tan independientes y en muchos casos prefieren vivir solos. Incluso en muchos casos sienten pena por ellos ya que los consideran ricos materialmente pero carentes de lo que es más importante en la vida…la calidez humana y el afecto.

El personalismo se refleja en la forma de saludarnos y despedirnos. Generalmente nos preocupamos por hacer contacto físico con cada persona presente en una demostración abierta de calidez emocional. Nos besamos, abrazamos o damos apretones de mano. La forma de saludarnos se mide según el género, nivel de familiaridad, grado de formalidad del evento y otros factores.

La Familia

La familia es la relación más importante para la mayoría de los Latinoamericanos. Representa un refugio de las visicitudes que enfrentamos en el mundo exterior y por lo general no la dejamos tan fácilmente o tratamos de regresar lo más pronto posible cuando nos encontramos lejos geográficamente.

En general vivimos en el hogar de nuestros padres por razones prácticas al igual que culturales hasta el dia que nos casamos. Mientras los Estadounidenses consideran un fracaso el hecho de no lograr su independencia temprana de sus padres, los latinos pensamos lo contrario. Para nosotros la familia incluye no tan solo al núcleo familia básico – madre, padre e hijos – sino abuelos, tios, primos, etc

Si los parientes son importantes, aún más son los hijos, quienes a menudo reciben afecto incondicional de los miembros de la familia. Generalmente los hijos vienen poco después del matrimonio, son poco comunes las parejas que deciden no tener hijos. Por otro lado, a falta de recursos económicos para pagar una empleada que ayude en el cuidado del niño, siempre existe algún miembro de la familia dispuesto a ayudar. Los organismos públicos  subrayan la importancia de la maternidad a través de la aprobación de leyes y regulaciones que apoyan la relación padres – hijos.

Otro reflejo de la importancia de la familia es la utilización de los apellidos de ambos padres en nuestra identidad oficial. Al casarnos, las mujeres seguimos utilizando nuestro apellido paterno y  se agrega el apellido del esposo.

Los tópicos de conversación en una reunión social o de negocios normalmente comienzan con preguntas acerca de la familia.

Dada la casi sagrada naturaleza de la unión familiar, no es de sorprender que la mayoría de las ofensas verbales en español son expresiones negativas sobre las madres o miembros de la familia. De hecho, muchos hispanoparlantes no comprenden porque ciertas ofensas verbales en inglés relacionadas con el acto sexual se consideran más peyorativas que las relacionadas con la familia.

En el pasado, la unidad de la familia Latinoamericana no estaba basada en un hogar de dos padres, como fue el caso de los primeros pobladores de las colonias Estadounidenses quienes eran familias Europeas que llegaban al territorio Americano buscando mejores oportunidades, sino en una madre muy presente y en un padre muy ausente que en muchos casos pertenecían a diferentes clases sociales u el origen étnico distinto de la mujer que quedaba embarazada. Por ende muchos nunca asumían la responsabilidad del recién nacido.

Aunque la dinámica colonial ha cambiado desde los tiempos de la colonia, aún se refleja frecuentemente este patrón de comportamiento en la actualidad. A lo largo de la región existe una alta tasa de nacimientos ilegítimos. De hecho, el empleo del apellido paterno y materno se utiliza para distinguir los hijos legítimos de los ilegítimos, ya que estos últimos emplean los apellidos de su madre por la carencia de un apellido paterno. En algunos casos esto es causa de verguenza social.

El Sistema del Compadre

Otro aspecto que refleja los patrones culturales de la región es el hecho de agregar personas externas al círculo familiar. La práctica que mejor  ilustra este comportamiento es la designación de padrinos a los hijos conocidos como compadres o “segundos padres”.

Los compadres se escogen al nacer un hijo y se considera un honor tal petición. Por lo general los compadres son miembros de la familia o amigos cercanos. En algunos casos, especialmente en las áreas rurales, el compadre pertenece a una clase social superior con la esperanza de que pueda ayudar al niño en el futuro. Aunque la función primaria es participar en la ceremonia del bautizo del infante, sus deberes se extienden más allá de este rito Católico. Se espera que asistan al niño tanto emocional como materialmente hasta que alcanzan la adultez. En algunos casos, una de las obligaciones de los compadres es adoptar al niño en caso de que los padres falten físicamente.

Este sistema fue traído a Latinoamerica por los conquistadores y era una práctica común en la Europa medieval. En las colonias, esta práctica jugaba un rol importante en la difusión del rito del bautismo durante la época de las conversiones en masa a través de la incorporación de más personas a la ceremonia. Hoy en día, el sistema del compadre ha desaparecido en la mayor parte de Europa, pero en Latinoamerica se mantiene vigente, especialmente en las áreas rurales.

Los Amigos

Los latinos consideramos la amistad un vínculo importante y es una relación que tiende a tomarse con seriedad en vez de una relación difusa como es el caso de otras culturas. Hacemos énfasis en la calidad de amigos en vez de la cantidad de amigos, ya que implica una inversión significante de energía y compromiso personal. En vez de tener muchos amigos dispersos quienes muchas veces no se conocen entre sí, como es el caso de los Estadounidenses, preferimos tener un grupo de amigos íntimos con quien compartir en las ocasiones importantes.

Esto se debe a la naturaleza orientada hacia la familia. De hecho, en la mayoría de los casos, conocer nuestra familia es parte integral en el desarrollo y el mantenimiento de la amistad entre personas de cualquier edad o género. De allí se deriva la legendaria hospitalidad que caracteriza al latino.

Verguenza y Dignidad

Debido a que las relaciones humanas revisten gran importancia, la gran mayoría de los latinos nos preocupamos por lo que los demás piensen sobre nosotros. Se le da mucha importancia a “Encajar” o “Ser aceptado” por otras personas – especialmente por aquellos que con los que compartimos vínculos especiales –  por ende, las opiniones de los demás tienen un peso significativo en la evaluación del comportamiento personal y a la hora de llevar acabo las acciones apropiadas en una determinada situación.

Este enfoque sobre las opiniones de los demás, especialmente la auto-evaluación,  se refuerza desde una edad temprana. Los padres censuran a los hijos cuando se comportan inapropiadamente o no encajan en el grupo advirtiendoles “ser cuidadosos” o podrían experimentar la verguenza, haciendo énfasis en lo mal que los otros pensarán sobre ellos. Muchos niños trasladan esta enseñanza a su vida adulta y se preocupan por ser aceptados ante un grupo social para evitar la verguenza. En consecuencia, el despliegue de las “buenas maneras” es importante como comportarse socialmente bien, comer de manera correcta y con decoro, vestir apropiadamente para la ocasión, al igual que ser generoso y compartir al menos con nuestro círculo social íntimo.

Una manera de romper la armonía de un grupo social es decir o hacer algo que pueda ofender la dignidad de otra persona. En Latinoamerica, nuestra dignidad y la de la familia, se considera de gran valor ya que esa dignidad se encuentra intrínsecamente relacionada con el alma de una persona y debe protegerse a toda costa. La dignidad puede perjudicarse incluso a través de un comentario verbal malinterpretado, por ende las palabras pueden herir profundamente si se percibe que pueden afectar la integridad propia.

Para poder preservar esta sensación de armonía, los Latinoamericanos generalmente son cuidadosos en sus conversaciones, tratando de no tocar temas que puedan ofender o herir personalmente a otros y de esta manera evitar una situación potencialmente explosiva, aún cuando pueda traer grandes complicaciones más adelante. Cuando se traen a la luz tópicos controversiales existe la tendencia de tratarse de manera indirecta o a menudo de manera metafórica.

Las Clases Sociales

La mayoría de los países Latinoamericanos tienen estructuras sociales piramidales donde una gran segmento de la población pertenece a la clase baja o trabajadora y una pequeña élite se mantiene en el tope.

Existen tres aspectos en el contexto Latinoamericano que deben tomarse en cuenta para comprender como está estructurado el concepto de clase en la región como lo son: las conexiones familiares, la historia personal y el nivel educativo. La clase no se mide por la riqueza material, sino es algo más complejo. El atender ciertas escuelas privadas, vivir en ciertos vecindarios, vacacionar en ciertos sitios y otros criterios o características como el hecho de pertenecer a una familia prominente en la vida nacional.

Sin embargo, se debe ser cuidadoso de no dar mucho énfasis a la clase social en Latinoamerica ya que no es una estructura rígida como el sistema de castas.

Aunque la clase se encuentra intrínsecamente ligada con la raza y la etnicidad, ya que  en porcentaje, la complexión de la gran mayoría de las personas de las clases bajas es “más oscura” que en las clases altas, generalmente se considera flagrante ligar la clase con el color de la piel. Los Latinoamericanos a menudo criticamos abiertamente el racismo de la sociedad Norteamericana. En Latinoamerica suele escucharse la siguiente expresión: «Somos clasistas…no somos racistas…».

La Picardía

Muchas personas consideran la picardía una de las características más resaltantes del latino. Se puede definir como una mezcla de encanto y astucia relacionado con algún componente ilegal. A pesar de su connotación negativa, las personas que la practican a menudo son alabadas por su destreza. Muchas personalidades del mundo político, economico y deportivo deben su fama a su habilidad de llevar a cabo ciertas acciones con picardía.

La picardía tiene como consecuencia crear en la gente un sentido de falta total de confianza en la gente que no conocemos bien o vienen de un grupo social diferente. Generalmente cuando interactuamos con este tipo de individuos lo hacemos con escepticismo y en ocasiones con chanza para tratar de descubrir que esta tratando de obtener la otra persona.

La Apariencia

Otra manera que nos diferencia socialmente de otras culturas es la importancia que se le da en Latinoamerica a la apariencia física ya que a menudo la apariencia es un indicador del estatus social de una persona.

Algunas veces la apariencia incluye la fisionomía, debido a la estrecha relación entre raza y clase. Algunas veces definimos el estatus social de una persona por el tono de su piel, el color de su cabellos o sus ojos, su estatura y otras características.

Esto explica en cierta forma por que en muchos anuncios de empleo solicitan una fotografía anexa al curriculum.

En general, el latino habla abiertamente sobre los atributos físicos de una persona al igual que se discute libremente la posición social y la clase. El término negro o negra se utiliza de manera cariñosa.

La vestimenta también es un indicador de estatus y muchas veces, si las posibilidades económicas lo permiten, se dedica gran atención y recursos a tener el atuendo apropiado para una ocasión determinada. Las tendencias de la moda son importantes en la cultura. Es una regla general en toda la región Latinoamericana vestir bien, al igual que el aseo personal y la pulcritud especialmente en público.

Podríamos seguir nombrando aqui muchísimas aspectos más que nos identifican como latinos, sin embargo, la lista sería interminable. Por otro lado, cada país latino tiene características autóctonas e intrínsecas que nos hacen diferentes unos de otros. En ocasiones siento que existen ciertas similitudes entre los indios y los latinos, especialmente por la importancia que se le da a la familia, sin embargo cuando a analizamos a fondo, los enfoques son totalmente distintos.

Eres latino? Te identificas con las características señaladas en este artículo? Te enorgullece tu identidad? Compártelo en la sección de comentarios!

Fuentes Bibliograficas:

Beezley, William H. 2000. Latin American Popular Culture.

Bethell, Leslie. 1995. The Cambridge History of Latin America: Latin America since 1930: Ideas, Culture and Society.

Casanova, Pablo González, ed. 1993. Latin America Today.

Galeano, Eduardo H. 1991. El Descubrimiento de América que todavía no fue y Nuevos Ensayos.

Ilustraciones:

Tomadas de Wendy Ryan Folk Art Blog

Lorena Mena

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13 Comentarios para Origen de la Identidad Latina

  1. varencka 14 de agosto de 2011 a las 4:28 pm #

    Que bonita la forma en que describes a los Latinos PUNTUAL.

    • Lorena Mena 15 de agosto de 2011 a las 1:59 am #

      Mil gracias Varencka!!

  2. Selena 19 de agosto de 2011 a las 2:44 am #

    excelente articulo!!!

    • Lorena Mena 19 de agosto de 2011 a las 10:09 am #

      Gracias Selena!

  3. Leticia Alaniz 24 de agosto de 2011 a las 3:51 am #

    Es tan fascinante la historia de todo Latinoamerica, y cada pais está conectado con otro de alguna manera por su historia y cultura. Es tan amplia y rica la historia con un sinfín de personajes que dejaron su legado entre los que se incluyen conquistadores, emperadores, virreyes, dictadores, rebeldes, poetas, artistas, sacerdotes, y locos… Hoy me senté a leer tranquilamente el articulo con una rica taza de café de Colombia. Estoy impresionada por tu talento y habilidad de palabras. Me gustó mucho tu articulo y la investigación.

    • Lorena Mena 24 de agosto de 2011 a las 10:46 am #

      Gracias Leticia! asi es…la historia es fascinante y cuando lees e investigas te das cuenta q el mundo es mas pequeño de lo que pensamos…

  4. Daniel 22 de septiembre de 2011 a las 12:58 am #

    Excelente pagina, redaccion y contenido, muy interesante.

    • Lorena Mena 22 de septiembre de 2011 a las 5:34 pm #

      Muchas gracias Daniel…sus comentarios son gratificantes!

  5. Maura 19 de febrero de 2012 a las 3:36 pm #

    hola lorena, estuve leyendo tu blog me parece super interesante, lo encontre por google buscando «chilenos en india».. ahaha , etngo 25 anios y me encuentro viajando por india en estos momentos osla.. necesitaba un break en mmi vida y me vine a hacer trabajo voluntario con ninos de plataformas ferreas.. ahora me encuentro en Khandwa, me gustaria saber si tienes conocidos o contactos porque me siento muy sola aca jajaja, no puedo salir mucho y no he tomado tanta confianza porque solo lleov un mes.. quizas algunos ocnsejos para viajar sola?? estare muy agradecida si pudieses ayudarme, saludos
    Maura

    • Lorena Mena 20 de febrero de 2012 a las 1:37 am #

      Hola Maura…gracias por escribir. Qué interesante y noble la labor que haces! Te recomiendo ingreses al grupo de Facebook «Latinos en India»…aqui te paso el link https://www.facebook.com/groups/latinosenindia/
      También tenemos otro grupo más privado solo para mujeres, si deseas escribeme directamente a mi email historiasdelaindia@gmail.com para explicarte como ingresar. Aqui en el blog, hay un artículo muy completo con casi todas las recomendaciones al viajar…http://historiasdelaindia.com/2010/06/16/4552234/ Ahora bien, como mujer es bueno tomar otras precauciones, especialmente si tus rasgos físicos te delatan como extranjera. Cuando viajes, trata de vestir muy conservadoramente, si es posible, con los atuendos de la India y así evitar miradas incómodas. Muchas chicas me han comentado incidentes desagradables por el hecho de ser mujeres, sin embargo hasta ahora nada manejable…espero tener noticias…cuidate mucho y disfruta tu estadía!

  6. Mercedes de Haay de Aparicio mecha 12 de marzo de 2012 a las 12:08 am #

    Mija que manera de describirnos, asi somos la gran mayoria , aunque tu sabes que yo no le paro a apariencias , estatus, color ,estilo etcetc soy la propia mezcla entre un welser holandes y una hermosa morena de La guaira , puerto de entrada al norte del sur de America…pero definitivamente creo que los habitantes latinoamericanos , mejor dicho AMERICANOS del centro y sur de este continente, somos muy muy cheveres jejeje,besos

    • Lorena Mena 12 de marzo de 2012 a las 8:27 pm #

      Precisamente en la variedad está el gusto Mechita y eso hace que cada cultura se única!! Yo soy orgullosisima de mi herencia Latina y Venezolana y definitivamente somos una nota! jajaja

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