na tia llega con un cuenco reluciente lleno de un caldo especial para mi Madre que huele a hinojo, cilantro y ghee. Pequeños trozos de almendra y pistachos flotan sobre la superficie como minúsculos barquitos. Mi Madre sonríe y dice que no se siente en condiciones de tomarse eso tan pesado. “Tómatelo todo” le dice mi Abuela quien entra al cuarto y se inclina para tomar en sus brazos a mi hermanito recién nacido. “Esta vez vas a amamantar un hijo! ” Mi Madre se apoya sobre su hombro y yo me apoyo a su vez sobre ella y se derrama un poco del líquido. Espero que me griten y me agarren firmente por el hombro para sacarme del cuarto por mal comportamiento, sin embargo, nada de eso sucede. La gente no para de sonreir con placer el dia de hoy.
“Esta es mi hija Laxmi” (la diosa de la buena suerte) dice mi Abuela apretando a mi hermanito contra su pecho. “Ha traído al mundo un hijo” Todos sonríen aún más.
“Ustedes también tienen ahora un hermano” nos dicen todos felizmente. “El las protegerá y le dará continuidad al nombre de su padre”.
Dinu (mi hermana) y yo nos reímos tontamente ante la idea de que esa pequeña cosita nos proteja. La alegría de los mayores es contagiosa…
“Me alegro que todo esto haya terminado ya” mi Madre le dice a mi Abuela “no más pruebas como estas para mi” dice y se recuesta contenta como un gato.
“Vayanse ahora” nos dice mi Abuela amablemente, “dejemos a su madre descansar”
Cuando estamos en la puerta mi Madre nos pregunta si ya hemos comido. Sus ojos marrones y profundos nos dicen, no importa, yo las amo por igual. Dinu y yo respondemos al unísono “Si, ya comimos”
La realidad es que no hemos comido.
Este relato es tomado de un libro de la escritora hindú Mrinal Pande quien describe las reacciones de su personaje de ficción Tinu de 7 años el dia del nacimiento de su hermano, posterior al nacimiento de 3 hijas.
India ha sido y continúa siendo una sociedad patriarcal caracterizada por la subordinación de la mujer. El surgimiento de una considerable clase media emergente en las últimas décadas, con actitudes indias en carácter, pero abrumadoramente urbana, se considera como el desarrollo más importante en la contínua transformación de la sociedad. Sin embargo, esta clase media no es igual a lo largo de todo el país, especialmente en el caso de las mujeres. Por ejemplo, en el Sur del país, las esposas participan más activamente en las vidas de sus esposos comparado con el Norte. Pero en general, las similitudes entre los hombres y mujeres de clase media a lo largo del mapa son mayores que las diferencias de casta, lenguaje o tradiciones, y dentro de esta creciente clase media, es la mujer el centro de los cambios que están llevándose a cabo en la sociedad india contemporánea.
Atrapada en un fuego cruzado de ideologías, la mujer india mantiene una lucha interna entre dos fuerzas opositoras en su psique donde trata de reconciliar los ideales tradicionales con las aspiraciones de la vida moderna.
Nace una Hija…
Para apreciar la magnitud del cambio que ha tomado lugar en la psique de la mujer india educada, consideremos en principio la notable preferencia de la cultura por el nacimiento de un hijo varón, una preferencia que ha marcado la psique de la mujer por generaciones.
La experiencia interna de nacer mujer, de sentir que quizás con tu nacimiento has traído menos alegría a todos aquellos que amas, sentir ese dolor en el corazón al ver cómo brillan los ojos de los adultos al ver a tu hermano bebe mientras que a ti te dedican miradas sombrías puede fácilmente convertirse en una crisis de identidad al comienzo de la vida de una pequeña niña.
La predilección por los hijos varones es algo tan antíguo como la sociedad india misma. El estudioso de la cultura hindú A. A. MacDonnel señala: “ciertamente es evidente la ausencia de las hijas en los cantos del Rig Veda. Nos conseguimos himnos con oraciones para los hijos y los nietos, los descendientes masculinos y ocasionalmente para las esposas, pero nunca para las hijas.
El nacimiento de un hijo es recibido con el sonar de los tambores en algunas regiones, y en otras partes suenan las conchas de mar y se le da una generosa propina a la partera, no obstante, tales expresiones de regocijo nunca acompañan el nacimiento de una hija. Las canciones de música popular compuestas por mujeres expresan el dolor de esta discrepancia. Un proverbio contemporáneo del estado de Bengala manifiesta de manera clara esta preferencia: “Incluso la meada de un hijo trae dinero; dejemos que las hijas se vayan al infierno”.
Por supuesto, esta preferencia aunque es generalizada no es uniforme, pero estas excepciones solo comprueban la regla: en algunas familias, aunque una niña no es tan apreciada como lo sería un niño, a veces se considera por los padres un presagio de buena suerte, también el nacimiento de una hija sería celebrado, después de una sucesión de varios hijos, sin embargo, el nacimiento de una segunda o tercera hija tiende a ser un evento infeliz para la familia.
Solamente en algunas partes del país, como el Noreste o los estados del Suroeste, que tienen un legado histórico de sociedades matrilineales, es decir, que poseen un sistema de descendencia que se define por la línea materna, el nacimiento de una hija es normalmente un evento de alegría y regocijo. Pero aún estos patrones están cambiando rápidamente en dirección a los prevalecientes a lo largo del país.
Además de la preocupación patriarcal universal de perpetuar el apellido a través de la línea paterna, existen razones económicas y rituales para la fuerte preferencia por el nacimiento de un hijo varón. La presencia de un hijo es necesaria para la adecuada realización de muchos sacramentos de la religión hindú, especialmente los que se llevan a cabo al morir los padres por el “bienestar” de sus almas. Económicamente una hija se considera un gran gasto, alguien que nunca contribuirá con el ingreso familiar y que al contrario, el dia de su boda, se llevará una parte considerable de la fortuna familiar como parte de su dote. En el caso de las familias de escasos recursos, muchas veces se endeudan de por vida para poder casar a sus hijas. El “Aitareya Brahmana”, al igual que otros textos antíguos, probablemente se refiere al aspecto económico cuando afirma que “una hija es una fuente de miseria mientras un hijo es el salvador de la familia”.
Sin embargo, es esperanzador ver ciertos indicios de que cualquiera que sea la decepción inicial después del nacimiento de una hija, muchos padres en familias de clase media han comenzado a sentir el mismo placer por el nacimiento de sus hijos sin discriminación del sexo. En su interacción con el bebé como jugar con él o en su cuidado, no muestran signos de preferencia, la discriminación, cuando se da, comienza más adelante…
Discriminación y Crianza de los Hijos
En la medida que la niña crece pueda palpar la preferencia por su hermano a través de un tratamiento diferencial.
La mayor prueba de discriminación queda demostrada en la ausencia de millones de niñas en las cifras estadísticas obtenidas en los censos realizados en los últimos años. Junto a la intocabilidad, el feticidio infantil femenino, normalmente llevado a cabo por la partera, a quien la familia le paga para deshacerse de la vida de la niña al nacer, son quizás la verguenza más grande de la sociedad india. Las estadísticas señalan que hay un tasa mayor de mortalidad femenina; las infantes de sexo femenino a menudo son amamantadas por períodos de tiempo mucho más cortos que los niños; reciben alimentos de baja calidad; trabajan más horas que los niños y en general tienen menos oportunidades de tener acceso a una educación y cuidado médico.
Estos son los hechos objetivos de discriminación contra las hijas en la India tradicional. Pero, cuál es la realidad subjetiva? Como palpan las niñas esa discriminación?
Sabemos que lo que es psicológicamente significante no es lo que nos ha “sucedido” en la vida sino lo que nosotros “creemos” que ocurrió.
Las ficciones que nos figuramos acerca de nuestro pasado y nuestras vidas son necesarias para condicionarnos y prevenirnos a nosotros mismos del shock que puede causar la realidad en nuestro propio bienestar y autoestima.
Una encuesta llevada a cabo en niñas con edades comprendidas entre 7 y 18 años en 600 hogares rurales y urbanos en 8 estados diferentes nos demuestra el abismo que existe entre los hechos objetivos y la realidad subjetiva. La pregunta fue si ellas sentían discriminación o eran tratadas de manera diferente e injusta con respecto a sus hermanos…la gran mayoría respondió de manera negativa.
La razón principal por la cual la percepción de las niñas discrepa de la realidad objetiva es que la preferencia cultural por los hijos varones y la discriminación contra las hijas, no afecta de manera directa la psique de la niña india. La postura patriarcal hacia el hijo es manejada y filtrada a través de la familia. Durante la infancia, debido a lo extensa de las familias indias , compuestas por la pareja, los abuelos, tios, tias y primos que la mayoría de las veces viven bajo un mismo techo (familias comunitarias), a menudo hacen que las niñas tengan más de una persona – como un pariente mayor – cuya actitud e interacción con la pequeña niña sea diferente a lo impuesto por el patriarcado.
Las madres por naturaleza otorgan afecto y atención a sus hijas a lo largo de sus vidas, además de esta conección maternal, su relación con otros miembros ayudan a “diluir” cualquier resentimiento que puedan abrigar contra sus hermanos.
En la India tradicional (la gente que proviene de las villas por ejemplo) cada niña nace dentro de una comunidad de mujeres bien definida, aunque esto no garantiza solidaridad o buena voluntad, la existencia de este espacio exclusivamente femenino y doméstico, le da la oportunidad a la mujer de llevar una vida productiva y animada. El hecho de compartir con otras mujeres en este espacio, aprendiendo las obligadas labores del hogar, la cocina y el cuidado de los niños, hacen que posea un lugar en este mundo primario. Además de ello, cuando es necesario, las otras mujeres de la familia – su madre, tias, hermanas, cuñadas – no tan solo son sus maestras y modelos de comportamiento sino también sus aliadas en la discriminación e injusticias de los valores patriarcales del mundo externo. A menudo, en la cultura popular femenina como en las baladas, las canciones de las bodas o chistes, las mujeres describen a los hombres como vanidosos, infieles e infantiles. Las mujeres de Maharashtra lamentan: “no consideres indefensa a una serpiente o a un esposo de tu propiedad”. Hay un dicho popular en lenguaje tegulu que reza: “Es un esposo mientras está en la cama y se convierte en Yama (Dios de la muerte) cuando se levanta”. En Karnakata las mujeres dicen: “Un pavoreal antes del matrimonio, un león al momento del compromiso y un cordero después de la boda”.
Todos estos factores ayudan a mitigar el daño que se le hace a la autoestima de la niña cuando descubre que a los ojos de su cultura y su sociedad ella se considera inferior.
En las familias de clase media, dejando a un lado los hechos objetivos de discriminación, los cuales casi siempre son menores que en la India tradicional, subjetivamente muchas de estas niñas están convencidas de que sus padres las consideran igual a sus hermanos.
La diferencia más marcada entre la niña de la clase media urbana y la niña que crece en la India rural tradicional es el acceso a la educación. Aunque la idea de una educación escolar básica ha ganado amplia aceptación a lo largo del país, los padres de clase media consideran que la educación superior es necesaria para la autonomía de sus hijas. La educación universitaria le permitirá a la hija contribuir con el ingreso familiar después del matrimonio y también le permitirá ser independiente en un futuro, si por alguna razón el matrimonio no funciona. Las hijas son motivadas a estudiar mucho para obtener logros académicos a la par con su entrenamiento en las labores domésticas, sin embargo, estas son pocas comparadas con las de la niña en la India rural.
La Pubertad
Al igual que su contraparte de la India tradicional, la niña de clase media al entrar a la pubertad aprende las “virtudes” de su condición de mujer la cual la llevará a una vida de sumisión y docilidad en el hogar de su esposo y donde su objetivo primario será complacer a su futuro esposo y a sus suegros. Sin embargo, este aprendizaje últimamente se está socavando con el surgimiento de una clase media moderna que empuja a la niña a una igualdad y realización educativa que a la vez le da una independencia relativa. El mensaje de sus padres es mixto…obediencia y conformidad, desinterés y abnegación…estos aún son los ideales de la mujer…una mujer “no crea olas” o “hace encallar el barco”. No obstante, los padres de clase media alientan a sus hijas y se enorgullecen de sus éxitos académicos. La meta primordial para una hija sigue siendo lograr un “buen” matrimonio. Su educación la ayudará a encontrar un hombre educado y pudiente económicamente de una familia respetable, lo cual no siempre es el caso.
La vacilante autoestima de las niñas durante la etapa de pubertad está íntimamente relacionada al hecho que precisamente en este momento de desarrollo, cambios hormonales y volatibilidad emocional, se refuerza su entrenamiento en el servicio y abnegación en su prominente rol como nuera y esposa. A fin de mantener el amor y la aprobación de su familia – los suministros necesarios para una autoestima firme – la joven se conforma con las prescripciones y expectativas de los que la rodean.
La pubertad también es el período donde no se pueden esconder más las diferencias. Además del mencionado entrenamiento, otra gran diferencia en la crianza de hijos e hijas es la restricción de libertad o movimiento. Ya sean impuestas de manera estricta o indulgente, estas restricciones trascienden lo rural o urbano, lo tradicional o moderno y otras diferencias demográficas. En la India tradicional a las niñas no se les permite jugar con niños y están confinadas a la compañia de su propio sexo. Hay muchas prohibiciones en cuanto al estilo de ropa que deben usar. A una niña se le permiten menos actividades recreativas que impliquen salir de la casa como visitar a sus amigos, ir al mercado o al cine, lo cual podría generar contacto con un miembro del sexo opuesto.
Los ritos que se llevan a cabo en la pubertad a lo largo del país enfatizan el hecho de que el cuerpo de la niña está “floreciendo” o “madurando” hacia su condición de mujer, por lo tanto está listo para cumplir lo que la cultura considera el rol fundamental en el ciclo de vida de una mujer que son la procreación y la maternidad. La madurez sexual de la niña es bienvenida como un paso vital en el camino a convertirse en mujer y cuya fertilidad sería un gran crédito para su familia, pero a la vez el temor hacia esa pubertad se traduce en el peligro que puede causar el abandono sexual o lujurioso de la niña, lo cual traería deshonor y verguenza a su familia y a la comunidad. Por ende, esta niña debe ser “protegida” de ella misma y de los hombres en este período altamente vulnerable entre la pubertad y el matrimonio, un período que debe ser lo más corto posible. Esta protección se traduce en un esfuerzo cultural en moldear las maneras de comportamiento y modales de las niñas. Por ejemplo, se espera que la niña camine con pasos cortos y suaves y poco audibles y no de largas zancadas como los hombres, lo cual será necesario para el uso correcto del sari. La familia desaprueba todas las acciones que puedan insinuar abandono sexual – personificado en las prostitutas, las bailarinas o las cortesanas – como miradas atrevidas, reir escandalosamente, masticar “paan” (hoja de betel), recostarse a un pilar o contra la pared entre otras.
Las restricciones para las niñas de la clase media son un poco más relajadas, sin embargo existen restricciones. Por ejemplo, una chica universitaria de Delhi vestida en jeans o tal vez llevando una falda corta, sonreirá a las payasadas de algún chico que pretende llamar su atención, sin embargo, vacilaría en reir a carcajadas, ya que de alguna manera, ella está consciente que la “sabiduría” popular tradicional reza: “si una chica sonríe…ya cayó en la red”.
La familia no presenta las restricciones como una medida punitiva sino como algo natural, donde cualquier “chica buena” debe velar por su propia integridad y el buen nombre de la familia. El mensaje transmitido es que “ella” es quien debe ser la responsable de mantener las distancias de los chicos y los hombres a fin de garantizar su pureza lo cual constituye el honor o “izzat” de toda la familia. Se le hace ver que las mujeres jóvenes son débiles y vulnerables para resistir los avances de los hombres o las provocaciones de su propia naturaleza sexual.
Incluso las chicas de clase media no son tan rebeldes o críticas de las restricciones que la cultura impone. Aunque en algunas ciudades pequeñas las mismas jóvenes limitan su interacción con los chicos a las actividades educativas solamente.
Otro hecho doloroso es el poco tiempo que las niñas comparten con sus padres. En la India tradicional, menos de la mitad de las familias, comen juntos a la hora de las comidas, el cual es casi el único momento que las niñas comparten con su padre. Aunque el contacto entre padres e hijas es mayor en la India urbana, generalmente también es limitado. La ausencia del padre refleja una de las “grandes tragedias de la vida familiar india”.
Una compensación en este período es el aumento de la indulgencia materna quien paradójicamente al mismo tiempo es la encargada de moldear a la joven de acuerdo a lo que dicta la tradición. Considerada como un “huesped” en su propio hogar, la chica es tratada con la misma preocupación que a un invitado bienvenido quien en poco tiempo se casará y dejará a su madre por su propio bien. La madre consciente del destino de su hija, vuelve a experimentar los mismo conflictos que ella misma experimentó en su momento, lo cual la hace aumentar su atención hacia su hija.
Pocos se imaginan que para una joven india revelarse contra las limitaciones de su condición de mujer es casi imposible. Ella internaliza esos ideales y monitorea su propio comportamiento cuidadosamente a fin de garantizar el amor y la aprobación de su madre, especialmente antes de dejar su hogar, momento en el que es más vulnerable que nunca. La ironía de una joven india a la hora de casarse es que debe ser una buena mujer, una novia adecuada y más que nunca la hija perfecta…
El matrimonio…es el amor necesario?
En la India tradicional, el matrimonio de una hija es un período que pone a prueba a toda la familia y a menudo es abrumador para la novia. En el Norte de la India, existen reglas donde las parejas deben pertenecer a una misma casta o grupo, sin embargo excluye a las personas que tengan algún parentesco, lo cual prácticamente elimina a todos los hombres elegibles en la villa, por ende, es probable que la joven se case con un completo extraño y que viva lejos de su tierra natal. Más importante aún es que la joven tiene poco que decir respecto a la escogencia de la pareja y esto es un fenómeno general.
Mientras que las consideraciones de casta, el estatus de la familia, seguido por la capacidad salarial del joven son los aspectos dominantes en los matrimonios tradicionales, en la clase media emergente, la educación y la “personalidad” del novio – aparte por supuesto del estatus social y monetario de la familia del novio – son ahora las consideraciones más importantes. Y es en este punto es donde la opinión de la joven de clase media es importante. Por otro lado las jovenes educadas tienen el poder del veto sobre cualquier propuesta matrimonial. Paradójicamente, debido a la propagación de una cultura consumidora global donde la clase media participa activamente, la cantidad de dinero y bienes materiales que se fijan como dote por la familia del novio hoy en dia son mucho mayores que las modestas expectativas de dar y recibir en los matrimonios hindúes tradicionales.
Muchas veces los padres del novio llegan con una lista de exigencias y se han dado casos de matrimonios que han sido suspendidos al momento de colocar el hilo sagrado (rito de la ceremonia matrimonial hindú) sólo por que hay un item de la lista que aún no se ha entregado.
A pesar de sus ideales internos y su consciente disposición en convertirse en una buena esposa y una nuera ejemplar, la joven novia llega a la familia de su esposo con sentimientos de ansiedad y pérdida. Existe cierta cautela hacia su suegra quien viene a usurpar el lugar de su amada madre. Y finalmente se desarrollan sentimientos ambivalentes de temor y esperanza hacia un hombre desconocido que ahora es su esposo y reclama su intimidad.
En la jerarquía social de su nueva familia, la novia generalmente ocupa un bajo rango. Se espera que sea obediente y conforme a los deseos de su suegra. Cualquier equivocación u omisión de su parte genera referencias sarcásticas a sus habilidades, su apariencia o su crianza en el hogar de su madre.
La situación de la novia en la clase media es un poco mejor. La edad casadera es un poco más tarde, poco después de los veinte años, sin embargo, la joven educada no llega a su nuevo hogar como una nuera sumisa. Debido a su educación y madurez empieza a jugar un rol significante en los asuntos de la familia de su esposo desde el comienzo. Sin embargo, ella está consciente de sus limitaciones las cuales han sido claramente definidas en su proceso de crecimiento. Ella también cree que llevarse bien con los miembros de la familia de su esposo incluyendo a la tradicionalmente temida suegra son obligaciones importante, aún cuando estas impliquen autosacrificio y abnegación. De allí radica la importancia de que una joven india esté preparada o al menos se le haya advertido lo suficiente sobre que esperar antes de partir al hogar de su nuevo esposo.
Es importante agregar que aunque el cliché sobre la tormentosa relación entre suegras soberbias y sufridas nueras silentes es una amarga realidad en India, los cambios que están tomando lugar en la estructura de poder actual de la educada clase media, hacen lucir a las suegras como unas perdedoras. Esto la hace sentir amargada de ver que aunque ella sufrió los caprichos y humores de los miembros mayores cuando ella era una joven novia, ahora, que es su turno de cosechar los frutos de ser la matriarca de la familia, no sea capaz de mantener el respeto de su nueva educada nuera o peor aun no dar por garantizada la lealtad de su propio hijo.
Aunque la suegra cruel y la sufrida nuera es el pan de cada dia de muchas canciones, expresiones populares y en las novelas de televisión, raramente se reconoce que en realidad la suegra no es más que un emisario de la familia. Dado el principio organizativo de la familia india tradicional, donde la relación padre-hijo y los vínculos filiales son el eje central de la familia, en vez de ser la pareja (esposo – esposa), como es el caso en la cultura occidental, la llegada de la nueva nuera se considera una amenaza en la unidad familiar. Los mayores están conscientes del poder que puede ejercer el sexo sobre su hijo recién casado y así poner en peligro los valores familiares y las normas establecidas, lo cual es causa de gran preocupación, ya que la joven esposa puede ocasionar que el joven descuide sus deberes como hijo, hermano, sobrino o tio al transmitirle a ella ese afecto en vez de permanecer como el verdadero hijo del hogar.
Esta es la razón por la cual al realinear los roles y relaciones iniciadas con el matrimonio del hijo, la nueva pareja no tome un papel central, al menos no en las etapas tempranas de la unión. Las expresiones de afecto, cariño y ternura entre los recien casados se monitorean cuidadosamente a fin de disuadir su desarrollo. Insinuaciones o indirectas como “enamoramiento de juventud” o avergonzarlos frente a los demás virtualmente garantizan que la pareja no demuestre expresiones públicas de afecto. Muchas veces la maligna suegra, además de estar motivada por su propio sentido de posesión hacia su hijo, no es más que el agente designado para prevenir el desarrollo de una “célula extraña” en el cuerpo familiar.
Los matrimonios por amor han tenido mala publicidad en la India y se consideran generalmente infelices. Esta reputación es más un prejuicio que otra cosa…no por la falta de amor entre la pareja sino por la actitud social que pone a la pareja bajo una enorme presión. La mayoría de las veces estas parejas no tienen el apoyo de los padres para la boda y se ven obligados a escaparse y casarse por su cuenta. Algunas parejas con el tiempo se arrepienten de la decisión, ya que carecen del apoyo financiero de los padres, y el hecho de que la mujer llegue con las “manos vacías” a la unión, sólo empeora las cosas.
Quizás la mayor atracción a los matrimonios arreglados es el hecho de quitarle al joven la ansiedad de encontrar una pareja. Asi los jóvenes sean ordinarios o atractivos, gordos o flacos, pueden estar seguros de que siempren encontrarán alguien adecuado. Aunque la belleza física es importante en la India, no tienen la misma relevancia en la selección de una pareja como sucede en las sociedades Occidentales. Por ejemplo, en el Occidente muchas mujeres sienten el temor de nunca poder encontrar una pareja por no haber hecho lo suficiente para mejorar su aspecto físico.
Ahora bien, el amor y el impulso lírico de su narración son universales y tal vez una de las pocas constantes en el mundo que lo hacen un fetiche del relativismo cultural. La pasión erótica, con los descubrimientos tiernos del amor, el tormento repentino y el deseo consumidor es uno de los últimos bastiones de la humanidad. Los indios también se enamoran de la historia de amor, de las historias de Bollywood sobre amantes que desean expresar sus más puros sentimientos.
La historia de amor, ya sea en películas o ficción, representa el sueño de capturar la frescura del amor libre de las restricciones sociales y las inhibiciones internas con la finalidad de convertirse en un solo ser con el amado (a) venciendo las fuerzas que impiden el deseo y la urgencia de estar unidos. En una sociedad profundamente jerárquica, con barreras de clase y de casta, las cuales no son fáciles de cruzar ni siquiera con la venia del Dios Kama (el Dios del amor), el ideal del amor es una relación libre de obtáculos y de las obligaciones y deberes familiares. Por ende, las películas de Bollywood no son precisamente un reflejo del matrimonio indio, sino un portal hacia el sueño universal del amor. Lo que ellos ofrecen no son modelos de comportamiento para los jóvenes sino una nostalgia romántica a la frescura de la visión del amor para hombres y mujeres.
Qué sucede con el amor en un matrimonio arreglado? Está destinado a mantenerse como un sueño o una sed sin satisfacer? Debe sumergirse por completo en el ideal de la seguridad?
El matrimonio arreglado no destruye por completo el encanto del sueño de amor, pero hay que admitir que opaca los colores más vívidos de ese sueño. Varios estudios demuestran que en el caso de las mujeres de escasos recursos de la India tradicional, las expectativas de un esposo potencial son muy básicas: “Aspiro un esposo que no me golpee o no tome alcohol y que me mantenga a mí y a mi familia”.
Las mujeres de estratos medios tienen expectativas adicionales, concretamente que el hombre sea educado, tenga un empleo y sea “moderno” en el sentido de no restringir demasiado la libertad de la esposa.
Incluso en la clase social más alta o superior de la escala económica, aunque las expectativas son aún mayores, las mujeres jóvenes no llegan al matrimonio con las altas expectativas creadas en la cultura Occidental. Por ejemplo, las damas no esperan, como es común en el Occidente, que su pareja satisfaga todas sus anhelos y necesidades emocionales sino que su esposo sea, no sólo un hombre sexualmente adulto, sino también desempeñe el rol de padre, madre, un poco de niño y un hermano gemelo (y viceversa en el caso del hombre).
A diferencia del Occidente, no se trata de encontrar el amor antes del matrimonio ya que se considera que éste llega después en la convivencia del “jodi” (pareja) posterior al matrimonio.
A pesar de la miseria en la vida del slum (barrio) esto no opaca los anhelos románticos de las mujeres de experimentar el amor de sus esposos. Por el contrario, esa lucha contra la pobreza despierta “su sentido de vivir por amor”. El sueño del poder transformador del amor, de lo que una mujer estaría dispuesta a hacer si ella es amada verdaderamente está atado al sufrimiento y a todo lo patético de su existencia.
La imagen central de este sueño es la pareja o “jodi” la cual ejerce una fuerza universalmente poderosa en la imaginación humana, dado nuestro profundo e interno deseo de ser visto por nuestra pareja como Dios lo habría hecho, es decir, con absoluto amor y total entendimiento. Esto nos indica que a pesar del consenso social a favor del joint family (familia comunitaria) el amor continúa manteniendose como una estrella polar en la imaginación cultural de la mujer india.
El acto sexual es icónicamente representado en las esculturas de los templos medievales como la pareja, “mithuna”, su más alta manifestación es “ardhanarishwara”, el Dios que es mitad mujer , una visión del jodi como una entidad de dos personas. Es por esto que el ideal cultural del amor en el hinduísmo es invocar una deidad no por sí misma sino en pareja, por ejemplo, Sitarama y no Sita y Rama, Radhakrishna y no Radha y Krishna.
La persistencia y la importancia del jodi en el sentido de identidad de la mujer nos ayuda a comprender mejor porque muchas mujeres a pesar de ser independientes económicamente, prefieren sufrir la humillación en vez de dejar a un marido opresivo; porqué algunas mujeres, en momentos de extremo estrés marital y rabia hacia su esposo, se suicidan en vez de separarse. Es la persistencia de este ideal en la psique de la mujer lo que explica porqué las mujeres, sea cual sea su clase social, siempre negará la presencia de problemas matrimoniales, como un esposo alcohólico, abusivo y violento, a fin de mantener la fantasía de un “matrimonio feliz”. Confesar el fracaso del matrimonio significa no sólo aceptar a uno mismo la pérdida de un importante objetivo personal sino también traicionar un ideal cultural muy poderoso.
El profundo anhelo de una esposa, como mujer, de tener intimidad con su esposo – como hombre – es un tema abrumador en la ficción y en la vida de las pacientes de clase media que asisten a psicoterapia. Al conectar las distintas etapas de su adultez, desde que era una expectante novia hasta que llega a ser una formal abuela, a lo largo de su vida prevalece un deseo intenso de crear un universo de “dos personas” con su esposo donde cada uno finalmente “reconoce” al otro. Es un halo de esperanza entre el trabajo duro, la pesadez, las peleas, las decepciones y las alegrías ocasionales de su atormentada existencia dentro de la familia comunitaria. El sueño de encontrar el amor en el matrimonio está íntimamente ligado a sus sufrimientos y a su patética existencia como cuando era una joven novia. Este amor es más tranquilo sin los deliciosos delirios que marcan los períodos de cortejo y el comienzo de los matrimonios en el Occidente. El tono de los sentimientos es el de una unión conformista en vez de éxtasis. En otras palabras, el sueño del amor se mantiene necesario para el matrimonio. La diferencia es que en los matrimonios indios este amor tiene una calidad diferente; es menos romántico o erótico y no tiene que aparecer al casarse, pero puede llegar años más tarde cuando la pareja está avanzada en su adultez.
Sin embargo, existen ciertas condiciones para la probabilidad de que la pareja se enamore después del matrimonio. Los matrimonios arreglados funcionan “mejor”, y quizás sólo pueden “funcionar” si los sexos se mantienen aislados en su juventud y si los matrimonios son temprano, antes de que los jóvenes tengan la oportunidad de comparar entre un rango de parejas potenciales. Excepto por una minúscula clase alta, estas condiciones aplican para el resto de la sociedad india. La presión hormonal creada por el celibato impuesto en la juventud y la carencia de experiencia en las relaciones con el sexo opuesto, aseguran que el joven esté biológica y emocionalmente preparado para enamorarse si su prospecto de pareja es razonablemente satisfactorio.
Qué te parece la crianza de los hindúes? Compartes sus ideas o te parecen anticuadas? Nos encantaría escuchar tu opinión!
Fuentes Bibliográficas:
«Women’s Lives. Women’s rituals in the Hindu tradition». Tracy Pintchman
«Women in India: a Social and Cultural History». Sita Anantha Raman
“The Indians, portrait of a people” por el Dr. Sudhir Kakar
Ilustraciones:
Lorena Mena
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Hola Lorena, gracias por transmitir estos articulos tan interesantes. Los temas tratados en este artículo me han aclarado mucho de lo que vi con mis propios ojos y también experimente en India. Es increíble que ese país de economía emergente con respecto a la situación de la mujer se haya quedado en el tiempo, increíble pero cierto, y eso esta en la psique de la nina y la mujer India, difícil de hacerlo desaparecer, solo una revolución como el feminismo occidental quizas podria romper con tanto paradigma. Imagínate yo, venezolana, feminista y defensora idealista de nuestros derechos en el mundo, me voy a India a casarme y veo todos esas cosas con mi suegra, las hermanas de mi esposo y en aquel entonces me pareció como si hubiera entrado en la dimension desconocida… cada vez mas me doy cuenta de lo poco que he sabido y comprendido acerca de la cultura de India. Este artículo es representa para mi respuestas y miles de interrogantes… gracias por tu trabajo, fantastico! Saludos, Jackelyn
Gracias Jacky y créeme que no eres la única en esa situación como habrás podido palpar…
Hola Lore,
que intertesante este post. Lo leí : primero rápido porque me atrapó el tema y luego despacito parta poder disfrutarlo. Quisiera que me despejaras alguna duda…qué papel juega la mujer India luego de que se casa con respecto a su marido? La verdad es que yo tenía la impresión que después de casarse, la mujer tenía un gran dominio sobre su esposo, un poco , como decís en la ultima parte, por la satisfacción sexual que le da la novia a su marido, que a pesar de su inexperiencia puede jugar a favor de la mujer por sentirse pleno en ese plano. Y otro poco , porque en cierta medida, yo creía, que la mujer también actúa las veces de «madre» del marido también.
Bueno, no sé si mis apreciaciones están influenciadas por tantas películas de Bollywood, pero siempre creí que para el marido su mujer ocupaba un lugar importante en la familia…
Bueno Lore, quiero decirte que leo todos los post que escribís, aunque no haga comentarios de cada uno, los leo todos !!! Y con muchas ganas !!! Siempre son interesantísimos los temas que abordás y lo hacés de una manera encantadora !!
Te envío muchos cariños !!
Flor
Gracias Flor! La triste realidad es otra…los indios son una cultura tribal donde el patriarca y sus decisiones prevalecen sobre las demás…yo veo dia a dia cada vez más casos donde muchas veces la opinión de la mujer poco cuenta…obviamente, toda regla tiene sus excepciones, sin embargo si nos vamos a las estadísticas India sigue siendo una sociedad mayoritariamente tradicional. La india «tribal» por llamarla de alguna manera sigue siendo mayoría en numero, respecto a la emergente clase media…incluso en esa clase media donde hay gente «educada» que ha vivido en otros países y se viste al estilo occidental…muchisimas veces también prevalecen los valores tradicionales. El único momento en la vida donde la mujer india pasa a «tener poder» es cuando llega una nueva nuera a su casa…tal vez sea por eso que la relación suegra-nuera sea tan complicada y conflictiva, especialmente con esta nueva generación de mujeres educadas que tienen otras ideas…lo más común aca es el conflicto del hijo quien se encuentra en el medio de un «fuego cruzado»….por una lado una esposa tal vez con quejas e inconformidades (digo tal vez ya que como leiste la mujer india es criada para ser docil) y por otro lado unos padres exigiendole que debe cumplir con sus deberes de hijo por sobre todas las cosas. Esos conflictos son más profundos aun cuando ese hijo se casa con una extranjera cuyos valores y modo de ver la vida es 360 grados opuesto a lo que se encuentran las jóvenes en India. Actualmente estoy redactando el artículo de la sexualidad que en cierta forma se complementa con este y alli palparas tambien cuan diferente ven los indios la sexualidad a nosotros los occidentales…te darás cuenta como una vez más los tabúes impuestos por la historia influyen en la psique del mundo imaginario del indio…
Lorena TU SABES cuanto me gusta la India ,pero VIVA VENEZUELA mi Patria querida que libertades nos ha dado a todas sus mujeres, de verdad que es un encuentro de dos mundos ,dos culturas tan tan diferentes que espero Sefi se enamore en Occidente, digame yo como suegra regente !!!!. Pero mas impresionante es todo lo que has urgado en la India…muchacha vas bien
El orgullo de haber nacido latina se manifiesta cada vez que veo con mis propios ojos las grandes injusticias hacia las mujeres en este pais…
Hola… Excelente post, estoy completamente abrumada. Soy de Chile y tengo una relación a distancia con una chica de India, del norte de India… Soy mujer y ella también y tu post me ha dado a conocer cual es la magnitud de ser de la comunidad LGBT en India… simplemente no existe! al parecer la mujer allá no existe socialmente… no opina, no se enoja… uff que potente!… bueno, veremos que sucede en unos meses ya que viajaré a verla y ojalá traerla a mi país! … un abrazo y felicitaciones por el sitio
Estimada Lis
Lamentablemente en India la situación es peor de lo que te imaginas. El solo hecho de casarse con alguien que no sea del agrado de la familia ya de por si es una situacion complicada…imaginate el caso de pertenecer a la comunidad LGBT!! Para colmo la mujer no tiene estatus en este sociedad machista y conservadora lo que hace aún mas dificil la situacion de tu amiga. Hay un famoso filme de controversial cineasta Deepa Mehta que explora la relacion homosexual entre dos mujeres. La pelicula se llama «Fire» y se estrenó en 1996. Fue la primera pelicula en en India en mostrar de manera abierta una relacion de este tipo y causó una serie de disturbios, incidentes, protestas, etca lo largo del país…
hola lorena
soy cecilia de Argentina; la verdad que es hermoso vivir en un pais donde la opinion; libertad y deseos de la mujer son muy importantes; pero considero que tambien es muy importante y hermoso ver las diferencias culturales y saber enriquecerse de ellas: en lo particular me encantan las costumbres de la india creo que como toda sociedad tienen sus cosas que para nuestros ojos no son bien vistas o lindas. pero creo que eso es lo que forma cada cultura y socieda. me encanto haber leido tu informe ya que me saque muchas dudas. y lo que me llama mas la atencion es que apesar de su pobreza y las diferencias de castas , que la musica sea muy alegre y la vestimenta es colorida y hermosa eso tambien es llamativo.
Estimada Cecilia
Efectivamente una de las cosas más apasionantes de la India es su pintoresca cultura. La diversidad en sus tradiciones la hacen uno de las culturas más interesantes del mundo. Gracias por tus cumplidos y tu visita. Me alegro que hayas disfrutado mis escritos!
Hola Lorena ,gracias por toda la información brindada, yo estoy conosiendo a un hombre hindú , me gustaría viajar y conocer la India y Claro a el,en mi caso he conocido a un hombre muy dulce , atento ,caballeroso , pero muy araigado a sus raíces y con temor a tomar una decisión para conocernos en persona algun dia , creo que lo que empeora las cosas es por que soy Madre soltera y no estamos económicamente bien ambos para poder víajar y vernos.tengo un niño el cual es mi motivo por seguir luchando en esta vida , el me dise que es imposible que si me guste el lugar decida quedarme , por mi hijo , mi es primero antes que todo, apaarte que yo tengo otras prioridades por aca en Usa ,aqui trabajo y estudió una carrera para valerme por mi misma y asegurarme un mejor futuro , ya que soy Mamá y Papá e independiente , aunque mi deseo es estar con el , a pesar de la distancia y de las diferentes culturas nos hemos entendido , pero el es quien ve las cosas imposibles. He pensado alejarme de el por que no puedo vivir de ilusiones , si no de realidades..que me aconseja?
Estimada Angélica
En general todos los Indios son sumamente arraigados a sus tradiciones y nunca toman decisiones por si solos, necesitan de la aprobación y el apoyo de toda su familia…léase padre, madre, tios, abuelos y hasta de los amigos! Lo cual, como comprenderás genera una gran brecha cultural entre nosotros. Hay un excelente artículo que te puede ayudar a comprender esa costumbre http://historiasdelaindia.com/2011/04/01/matrimonio-arreglado-o-por-amor/
La gran mayoría de las chicas en relaciones con chicos de la India aseguran que los jóvenes son atentos y caballerosos, sin embargo, India es una cultura 100% jeraquica y machista. Una cosa es el periodo de romance y otra muy diferente es tomar la decisión de vivir aquí, especialmente cuando vienes de una cultura Occidental. Por otro lado el hecho de tener un hijo hace mas difícil las cosas ya que la sociedad aquí juzga duramente y suele ser muy ortodoxa. El ve las cosas imposibles porque sabe muy bien el terreno que pisa e incluso esta consciente que lo mas seguro es que su familia nunca te acepte. Si eres una persona que tienen los pies bien puestos sobre la tierra, lamento decirte que esta relación no aporta mucho a tu vida, especialmente si eres una mujer independiente y luchadora. Muchas chicas Occidentales han dado ese paso y la gran mayoría enfrenta una serie de problemas que no hubiesen enfrentado si se hubiesen decidido por un hombre de su misma cultura. En este blog encontraras muchas información. También puedes ingresar al grupo de Facebook “Me Enamore de un Hindu” donde conocerás muchas chicas en situaciones similares.
http://historiasdelaindia.com/bienvenidas-al-grupo-de-facebook/
Te deseo mucha suerte!
Gracias por el consejo Lorena , he leido de chicas que tienen un final feliz, pero cada historia es diferente y hoy en dia siendo Madre soltera tenemos que andar con los pies en tierra, ser 1ro Madre antes que todo. Como disen que lo esta para uno llegará pero a su tiempo .
Saludos espero hacer amistades