Fanatismo, Gurus y demás religiones

yodhya es una ciudad antígua considerada el lugar de nacimiento de Lord Rama (el protagonista de la épica del Ramayana y séptima reencarnación del Dios Vishnú). Está ubicada en el Norte de la India en el Distrito de Faizabad, en el estado de Uttar Pradesh y ha sido un lugar sagrado para los hindúes desde los tiempos de las épicas indias. En 1527, con la llegada de los mogoles, quienes practicaban la fé Islámica, Babur, el primer emperador mogol, ordenó la construcción de la Mezquita Babri en Ayodhya, presuntamente destruyendo un antiguo templo hindú construído en honor a Lord Rama. En 1992 un grupo de fanáticos hindúes destruyeron la mezquita, en protesta a la destrucción del antiguo templo, comenzando de esta forma, un gran conflicto religioso entre hindúes y musulmanes. Desde entonces, el sitio sagrado estuvo clausurado mientras los arqueólogos hacían los trabajos pertinentes a fin de determinar la existencia del antiguo templo.

El 27 de Febrero del 2002 el tren Sabarmati Express, llegó a la estación de Godhra en el estado de Gujarat, estaba atiborrado de “kar sebavs” o peregrinos hindúes que retornaban de Ayodhya muy molestos, el propósito de esta movilización como muchas otras en los últimos tiempos, era solicitar ante las autoridades, la construcción de un nuevo templo, petición que fue negada una vez más. Se estima que habían aproximadamente 1.700 peregrinos, muchos de ellos sin tickets o reservación. El tren transportaba el doble de su capacidad e incluso mucha gente traía consigo estufas de gas y comida para alimentarse durante el viaje de 5 dias.

A las 7:30 am el tren se detuvo en la estación, haciendo su típica parada de 4 minutos. Muchos pasajeros saltaron del tren para comprar té. Comenzaron a discutir con los vendedores musulmanes ambulantes. A uno le lanzaron el té encima, a otro no le pagaron los cigarrillos. Un vendedor musulmán entró a uno de los compartimientos y literalmente fue lanzado por los aires ya que los kar sebavs no querían un musulmán vendiendole té a los hindúes. Según algunos reportes, un joven hindú trató de molestar a una niña musulmana de 14 años.

El tren comenzó su marcha y aproximadamente 30 o 40 peregrinos hindúes aún se encontraban en la plataforma, así que sus amigos activaron la cadena de emergencia para evitar que el tren marchara. Según los testimonios de los guardias y conductores, la cadena se activó desde el interior del tren en cuatro de los compartimientos, luego los otros hindúes se montaron en el tren que se habia movido la distancia del tamaño de los cuatro compartimientos. Mientras tanto, algunos musulmanes que se encontraban en la plataforma, se quejaban de haber sido agredidos por los hindúes. La noticia inmediatamente se regó a lo largo del vecindario ubicado detrás de la estación cuyos habitantes en su mayoría son musulmanes. En ese momento probablemente habían de mil a dos mil personas alrededor, tomando té, tomando agua o simplemente sentados.

Una multitud comenzó a acercarse a la estación, algunos hindúes estaban aún fuera del tren y algunos que estaban adentro comenzaron a salir al ver que el tren se había parado completamente. La batalla comenzó mientras la multitud le lanzaba a los hindúes botellas y ladrillos, a su vez, los hindúes le lanzaban las piedras afiladas que se encuentran entre los rieles del tren. Fue imposible determinar quién lanzó la primera piedra, sin embargo, ambos bandos se entregaron al conflicto con pasión. Durante siete minutos continuaron las escaramuzas y se intensificó la animosidad…alguien diría más tarde “esos siete minutos decidieron el futuro de toda la India”.

Lentamente, el tren arrancó de nuevo, pero por alguna razón se volvió a detener. Lo que sucedió en los siguientes minutos sólo puede ser reconstruído por evidencia forense. El compartimiento S-6 estalló en llamas. Cincuenta y ocho personas entre hombres, mujeres y niños murieron entre las llamas. La mayoría de los muertos eran Hindúes. Los bomberos llegaron después de media hora y lamentablemente ya todas las personas habían muerto…

La reacción natural inmediata fue culpar a los musulmanes…en los dias siguientes se desató una ola de violencia a lo largo de todo el estado de Gujarat, las víctimas eran los musulmanes, algunas veces algún católico, parsis o hindúes casados o asociados empresarialmente con musulmanes. Quemaron casas y negocios con las personas adentro. Hubo violaciones en masa, violaban a las mujeres, las torturaban  y luego quemaban la casa algunas veces con niños adentro. La violencia fue de tal magnitud que las familias de las personas que murieron en el tren le rogaban a la multitud parar los actos terroristas. El partido político de turno en el estado, el BJP (en la actualidad sigue en el poder) tenía ideas nacionalistas y dieron la orden a la Policia de no intervenir. Los líderes locales de derecha, salían a la calle con eslogans, incitando a más violencia.

La violencia motivada por motivos religiosos no es nada nuevo en India…pero el estado de Gujarat por mucho tiempo fue tolerante.

Las investigaciones posteriores condujeron a los verdaderos culpables…todo había sido una conspiración planificada por grupos hindúes fundamentalistas…31 personas fueron sentenciadas el 22 de Febrero de 2011…Once personas se les dictó pena de muerte y las 21 restantes cadena perpetua…se estima que más de 2.000 personas inocentes murieron durante la revuelta…

En Septiembre del 2010, el veredicto de la corte de Allahabad de Lucknow sentenció dividir equitativamente la tierra de Ayodhya entre Hindúes y Musulmanes y la parte donde estuvo ubicado el templo pertenece a los Hindúes.

El propósito de este artículo es describir la influencia de la modernidad en la imaginación religiosa del hindú contemporáneo y su relación con otras religiones.

En la actualidad, puede decirse que las personas practicantes del hinduísmo en el país se pueden clasificar en dos “categorías”: el hindú nacionalista y el hindú flexible.

El Hindú nacionalista

En el siglo 19 nació el movimiento Arya Samaj en respuesta a  la resistencia de la dominación cultural Europea y a los misioneros cristianos. Este movimiento es una reformulación del Hinduísmo tradicional influenciado por un fuerte sentido nacionalista y activismo religioso.  El movimiento comenzó a tomar impetú en 1920 con la fundación de la organización de derecha Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), el cual es una especie de sistema político, social cultural y religioso. Sin embargo, no fué sino hasta finales de los años 80’s y principios de los 90’s que  su doctrina se expandió con más rapidez coincidiendo con la era de la liberación económica del país y el comienzo de su integración como una economía global.

El nacionalismo Hindú intenta confrontar los procesos de modernización y los cambios en la estructura familiar con una nueva articulación de valores y normas hindúes. Su lema es “mantener la familia Hindú libre de toda contaminación cultural”. Debido a que creen que la actual invasión del espacio cultural indio por valores Occidentales es una conspiración para debilitar a India y desarraigarla de sus tradiciones, este movimiento reacciona buscando construir un frente unido contra el asalto cultural de la globalización dentro el ambiente familiar. En esta mobilización defensiva, el rol primario de la mujer es el de portadora y mediadora de la tradición, mientras que el rol del hombre es el de proveedor y protector.

Por otro lado, el Hindú nacionalista busca reformular las creencias religiosas dándole importancia central a dos aspectos: “Ramabhakti” que significa  devoción a Lord Rama y “Deshbhakti” o devoción a la nación. El primero tiene como propósito la elevación de Lord Rama como figura y divinidad central del Hinduísmo, miéntras que Deshbhakti pone en primer plano la lealtad hacia “Madre India” (Bharatmata). Ambos aspectos tienen como propósito fundamental unir una sociedad  Hindú actualmente fragmentada por castas, sectas y tradiciones locales y  “prepararla” para enfrentar los cambios de la globalización.

La media y la tecnología moderna han jugado un rol importante en la difusión de estos mensajes, especialmente a través de la televisión y el internet. Hoy en dia, a principios del siglo 21, el nacionalismo Hindú, con su inclinación a homogeneizar la gran variedad de mitos y símbolos derivados de los dioses y diosas del Hinduísmo, se ha convertido en una  gran fuerza en la escena política y cultural de la India. Su brazo religioso principal es la organización Internacional Vishva Hindu Parishad, mejor conocida como VHP quienes han tratado de proyectarse arduamente como los principales, sino los únicos representantes de los hindúes ante el mundo. Su ideología se ha visto influenciada por los escritos de V. D. Savarkar, un famoso activista político de principios del siglo 19, considerado precursor del nacionalismo Hindú. Savarkar le dió el nombre de “Hindu Dharma” a la religión hinduísta y  creó el término “Hindutva” para referirse al hinduísmo como una fuerza socio política.

El VHP define a un Hindú como alguien cuya fé se originó dentro de los límites de una India íntegra, la cual incluye a los Budistas, Jainistas y Sijistas pero excluye a los musulmanes y a los católicos y uno de sus principales objetivos es promover una nación Hindú “unida” a través de la colaboración de líderes religiosos y activistas Hindúes nacionalistas. Es por ello que ven con desagrado e ira el activismo misionero de las instituciones Católicas e Islámicas, ya que consideran que la conversión socava el nacionalismo. Aparte de esto, su discurso incorpora un “llamado a la razón” al sentimiento religioso Hindú, rechazando por ejemplo, el consumo de carne de res por parte de Católicos y Musulmanes alegando que “prevenir la conversión de un Hindú, podría salvar cinco vacas”.

Muchas personas en India consideran el VHP una organización fundamentalista que distorsiona el hinduísmo tradicional, ya que con su discurso, poco a poco ha ido logrando una división en el Hinduísmo en “sampradayas” o sectas obsoletas. Muestra de ello es que los líderes hindúes tradicionales ahora hablan de Hindu dharma en vez de Vaisnaísmo o Shivaísmo, para referirse a las dos sectas hindúes más extensas con varios cientos de seguidores cada una.

En un país donde el analfabetismo ronda el 60% en toda la nación, es muy fácil influenciar a las personas a través de un discurso político con tintes religiosos y muchas veces estas personas ejercen un fanatismo fundamentado en las bases y la difusión de dicho discurso…

Las organizaciones RSS, VHP, Bajrang Dal y el partido político Bharatiya Janata Party, mejor conocido como BJP, comparten la misma ideología con sus nociones conservadoras de la vida social y familiar, la cual se contradice con los principios fundamentales de la cultura y la religion hindú: la Tolerancia y la Universalidad, es por esto que a menudo sus discursos entran en conflicto con la narrativa maestra del Hinduísmo.

A pesar de que el nacionalismo Hindú ha logrado cierto éxito al erosionar la importancia de la doctrina tradicional que ha guiado al hinduísmo a la división en sectas, aún no ha alterado la mentalidad de los tradicionalistas, quienes siguen siendo mayoría. El tradicionalista es menos inclinado que el nacionalista  a reaccionar de manera defensiva o a adoptar una postura activista, dándole más relevancia al concepto de tolerancia. Por ejemplo, es común encontrar referencias a Jesucristo, como figura digna de ejemplo y respeto en algunos  escritos de hindúes tradicionalistas (cortesía nunca dispensada al Profeta Mahoma), incluso algunos gurus Vaisnaístas han asegurado que Jesucristo es hijo de Khrisna, dándole el estatus de reencarnación de Vishnú, o ilustrar sus enseñanzas con ejemplos del Evangelio y los santos cristianos. Esta gran tolerancia va acompañada de gran indiferencia, y el hindú tradicionalista, a diferencia del nacionalista, está menos preocupado con el impacto de la globalización en su fé.

El Hindú Flexible

Además del nacionalista, existe un hindú flexible, es el hindú urbano, educado en el idioma moderno y que pertenece a la creciente clase media. El hindú flexible puede ser a veces  “tradicionalista” en el sentido de revivir algunos rituales hindúes en su vida religiosa y puede ser “nacionalista” por su simpatía hacia ciertas posturas de derecha. Y también puede ser – especialmente si pertenece a una escala socio económica alta – un globalista que adopta de manera entusiasta nuevos movimientos espirituales y religiosos indiferentemente de sus orígenes geográficos. El Hindú flexible difiere de los otros dos en ser más ecléctico en sus actitudes y creencias religiosas que el tradicionalista y menos ideológicamente comprometido que el nacionalista.

El Hindú flexible considera los rituales y festividades religiosas expresiones importantes de su identidad. Los rituales domésticos y los “vratas” o ayunos, la celebración de festivales y las peregrinaciones a lugares sagrados son bienvenidos, sin embargo, el acelerado ritmo de la vida que lleva, no le permite hacer esto de la manera tradicional. Una mujer joven, preocupada por su figura, relaciona el ayuno de una festividad religiosa con un excelente dia para hacer dieta, luego reunirse con sus amigas o parientes a jugar las cartas, ver televisión o ir al cine.

Esta creciente orientación hacia las necesidades propias en vez de las tradicionales, muchas veces es criticada por quienes ven  este comportamiento como una adicción al placer propio. Algo similar sucede con las peregrinaciones religiosas, las cuales se han convertido en un fenómeno de masas. La mejora en las condiciones económicas y la flexibilidad en los horarios de trabajo, le permiten a las personas llevar a cabo  estas peregrinaciones como parte de un fin de semana familiar o unas vacaciones. El interés en las peregrinaciones no se limita a las personas mayores, también los jóvenes y adultos contemporáneos asisten a estos eventos con familiares y amigos, combinando el placer y  la diversión con los deberes religiosos.

Las “tirtha – yatras” o peregrinaciones, tienen una atmósfera diferente a las de los católicos – aunque guardan cierta similitud a muchas peregrinaciones Islámicas, especialmente la de los templos Sufis del subcontinente.

Una de las más populares son las Cuevas de Vaishno Devi al Norte de la India, es una subida de 14 Km y en el camino se consiguen refugios, baños, puestos de ventas de refrescos, tiendas de souvenirs y hasta paseos a caballo. Algunos peregrinos hacen toda la ruta descalzos, entregándose por completo a la benevolencia del la deidad. Para otros, su motivación es disfrutar del turismo y la compañia. Muchas veces el ruido, la música y el ajetreo dan la sensación de una feria anual. Para describirlo de otra manera, una peregrinación es bienvenida como una experiencia placentera que a la vez proporciona “pureza de corazón” y sinceridad religiosa.

Vaishno Devi y muchas otra deidades son objeto de reverencia y a veces pueden poner a prueba la devoción de sus creyentes, sin embargo, siempre intervienen en las situaciones de crisis del devoto haciendo milagros. Si el Dios cumple con las expectativas del devoto – la mayoría de estos deseos tienen que ver con su vida material como por ejemplo su vida profesional o la recuperación de una grave enfermedad – el devoto se ve obligado a dar dinero, oro o plata o un sacrificio simbólico que le haya prometido al Dios a la hora de pedir su deseo. Pocos se figuran que en la India de hoy, donde la creciente clase media tiene un mayor poder adquisitivo que en épocas anteriores, los templos son un gran negocio. El templo Tirupati Venkateshara en Andhra Pradesh, es una de las instituciones religiosas más ricas del mundo después de Vaticano, se estima que tiene un ingreso diario de 400.000 dólares americanos en donaciones. El ingreso total del país proveniente de la fé, incluyendo los templos de todas las religiones se estima en billones de dólares americanos anualmente.

Más que cualquier otro indio, el Hindú flexible es el que más permite que los dioses y gurus participen en su prosperidad, ofrece puyas (oraciones), en el hogar, en los templos y también online visitando los websites de los templos más sagrados. Utiliza el internet para obtener consejo astrológico sobre los dias y horas adecuados y auspiciosos para hacer sus puyas en ocasiones especiales.

El despliegue de la media y la tecnología ha generado una mayor homogeneización de los rituales y festivales hindúes. A diario, en los canales de televisión transmiten gurus carismáticos como Asha Ram Bapu, haciendo comentarios sobre pasajes de los libros sagrados, al mejor estilo de los Evangelistas norteamericanos, construyendo de esta forma imperios religiosos con seguidores predominantemente de clase media y con programas de 2 a  3 horas de duración, cuyo objetivo son el ama de casa, el miembro familiar más susceptible a la religiosidad mediática.

Tal vez lo más impactante de la religión contemporánea es el desarrollo y la gran popularidad de los “gurus sanadores”, entre ellos Sathya Sai Baba (quién murió en Abril de este año) o Mata Nirmala Devi. El Hindú flexible de hoy en dia, prefiere gurus y prácticas religiosas que prometan un retorno espiritual cuantitativo e inmediato con la menor inversión de tiempo posible.

Las prácticas de la famosa “Nueva Era” han tenido una gran receptividad entre la clase media india desde los años 90. Con la llegada de la Nueva Era, en las metrópolis de Mumbai, Delhi o Bangalore se practica el Reiki, Sanación Pránica, Lama Fera, Tarot o Feng Shui al igual que las mismos conceptos originados del Hinduísmo y que han sido reimportados con el toque Occidental. Las terapias para combatir el stress ahora incorporan el yoga, la meditación  así como Astrología, Aromaterapia, Tarot egipcio, Lecturas el Aura, Sanación con Imanes, etc

Sin embargo, irrespectivamente de cuan “occidentalizado” un Hindú flexible pueda estar, sus peregrinaciones de fin de semana, sus visitas a los gurus, sus ayunos o la integración de las prácticas de la Nueva Era en su vida, lo conectan a la tradición y de esta forma reafirma su identidad Hindú. En otras palabras, la respuesta de este Hindú flexible a la modernidad, no puede considerarse un rechazo a su herencia religiosa, sino una nueva manera de adaptarla a los cambios de su acelerada vida.

El Hindú nacionalista desaprueba al Hindú flexible considerándolo el pobre resultado de la globalización, condenando su religiosidad como carnavalesca y menospreciandolo como alguien que se adorna a sí mismo de manera promiscua con los “desechos religiosos” de otras partes del mundo y que por ende debilita la fé Hindú y diluye la identidad india.

A pesar de las diferencias, muchos Hindúes flexibles a veces se sienten identificados con algunos valores religiosos y culturales de los nacionalistas como el temor a la dominación cultural del Occidente o el peligro de los Islámicos fundamentalistas. La preocupación ante el deterioro de los valores culturales de la antiguedad y un sentimiento difuso de vulnerabilidad  a la dominación extranjera, es suficiente razón para que muchos Hindúes se conviertan en miembros de partidos políticos y organizaciones que prometen una “modernidad alternativa”, donde los Hindúes pueden adaptarse a los modernos mercados globales, tecnologías y estilos de vida sin renunciar a su identidad Hindú, considerando al Hinduísmo la religión madre, superior a todas las demás.

Conflictos entre Hindúes y Musulmanes

Los historiadores de los Hindúes nacionalistas, manejan la teoría de que la división conflictiva entre Hindúes y musulmanes se originó desde la invasión de los mogoles quienes trataron de imponer el Islam a sus súbditos Hindúes a toda costa.

Otros historiadores más liberales consideran que desde tiempos antíguos elementos persas y turcos han sido incorporados en la sociedad india, no sólo en la música, el arte y la arquitectura, sino también en una cultura popular sincrética. De acuerdo a su teoría, la violencia a gran escala entre ambas comunidades, se comenzó a expander a finales del siglo 19, motivado principalmente por el colonialismo británico, concretamente a través de la política británica de fortalecer la identidad musulmana debido a la amenaza del nacionalismo indio contra su permanencia en el poder. La herencia de ambas culturas aún sigue viva, especialmente en la India rural, sin embargo, se ve amenazada, debido a la necesidad de los partido políticos de polarizar a Hindúes y Musulmanes con la finalidad de obtener votos para las elecciones.

El indio común cree en ambas versiones. La imágen del musulman en la mente hindú, especialmente donde la tensión entre ambas comunidades es alta, es la del “poderoso” y el Musulmán es visto como un “animal”.

La visión en la mente del hindú es que el musulmán es de naturaleza “agresiva” y propenso a la violencia. Los actos terroristas de musulmanes fundamentalistas provenientes de Pakistán que han mantenido los últimos años el conflicto en la región de Kashmir (frontera con Pakistán) ha reafirmado esa creencia. El Mahatma Gandhi quién fue asesinado por un Hindú fundamentalista quien consideraba que el líder espiritual mantenía una posición “suave” hacia los musulmanes, pensaba que el hecho de que el Islám fuese una religión joven y hubiese mantenido un imperio expansionista por 13 siglos, había hecho que los musulmanes fuesen agresivos. Esto contrasta con la auto percepción del Hindú de ser débiles por estar divididos. En entrevistas posteriores a los disturbios en Hyderabad en 1990, varios Hindúes hablaban de la unidad entre los Musulmanes. “…cualquier cosa que suceda en una comunidad musulmana, todos se apoyan en una sola unidad. Nosotros no, porque estamos divididos en castas… cada casta tiene sus propias costumbres y estilos de vida…Nosotros no somos unidos. Cada quién piensa en sí mismo. El rico trata de explotar al pobre. Esto no sucede entre los Musulmanes. Aunque ellos tiene ricos y pobres, al menos a la hora de orar, se convierten en una sola voz,  lo hacen unidos y a la misma hora. Esto desarrolla la unidad entre ellos. Nuestro sistema no es así. Cada quién va al templo a hacer una puya (orar) individualmente, a su manera y luego se va. No existe comunicación entre nosotros. Si al menos pudiésemos mostrar unidad a la hora de rezar, definitivamente seríamos más unidos y más fuertes que los musulmanes…”

Para muchos Hindúes, los musulmanes son poderosos, no sólo porque son unidos, sino porque están armados, ya que el estado lo permite, y en tiempos de conflicto, reciben ayuda de Pakistán.  “…los Musulmanes tienen un suministro constante de armas que vienen de Pakistán, o quizás hechas localmente. Siempre están bien equipados. Aún los Musulmanes más pobres tienen un cuchillo carnicero en su casa ya que consumen carne. Los Hindúes no están tan “bien equipados”. Si el gobierno continúa complaciendo a los Musulmanes, y hace leyes contra la mayoría hindú, estos disturbios nunca terminarán…”

Es interesante resaltar que generalmente un Hindú se auto identifica como “Hindú” cuando habla de los Musulmanes, de lo contrario, sus conversaciones sobre  su afiliación o pertenencia a un grupo, es en términos de castas. Un Hindú “nace” sólo cuando un Musulman entra en escena. Los Hindúes no pueden pensar como una unidad sin la conciencia simultánea de la presencia de un Musulmán. Este no es el caso de los Musulmanes, quienes no necesitan la presencia de un Hindú para estar conscientes de su identidad. Tal vez la presencia de un Hindú puede aumentar su sentido de identidad religiosa pero no constituírla.

El segundo ingrediente en la mente hindú del Musulmán, como se mencionó anteriormente es la “animalidad”. En otras palabras, los Hindúes le atribuyen al hombre Musulmán una ferocidad física y sexualidad rampante, en la búsqueda de una gratificación instántanea…los consideran “sucios”, no en el sentido de la higiene corporal sino como consecuencia del consumo de comidas prohibidas: “…los musulmanes son buenos en dos cosas – comen y copulan como bestias. Quién más sino un musulmán podría pensar en acostarse con la hija de su tio, quién a su vez es cercana a su propia hermana ?…”

La afirmación anterior fue hecha hace 50 años, refleja un concepto del Musulmán que se ha mantenido consistente hasta la fecha. Otra afirmación común es: “…los Musulmanes siempre le ponen el ojo a nuestras mujeres. Es un hábito persistente. Sólo piensan en cosas buenas y en su Dios cuando gritan “Alá-u-Akbar”….Ellos forzan a las mujeres, están obsesionados con las mujeres y el sexo. Fíjense en sus hijos, producen docenas, mientras que nostros nos contentamos con dos o tres…”

El hecho de que los musulmanes consuman carne de res, se considera una abominación para un Hindú y una violación aún más seria del código moral es la conversión al Islam o casarse con un Musulmán.

El consumo de carne es tal vez la barrera más grande para lograr la unión de ambas comunidades, que era el deseo más ardiente de Gandhi. Es difícil estar cerca de una persona con la cual no puede compartirse una comida y cuyos hábitos alimenticios se consideran desagradables.

La imagen del Hindú en la mente del Musulmán es la de ser gente cruel y cobarde.

“…Si una mujer Hindú camina por una calle musulmana, los musulmanes la dejarían ir,  ya que el conflicto es entre hombres y no debería involucrar mujeres, niños o personas mayores. Un Hindú no piensa de esa manera. Es suficiente darse cuenta que la otra persona es musulmana para agredirlo sin considerar su género o edad…”

“…los hindúes son cobardes, solo pelean cuando están en grupo. Los musulmanes no sienten  temor aunque sean una minoría, no estén armados y sus oponentes tengan espadas. Alá les dá coraje, ya que saben que si mueren, su muerte no será en vano y Alá lo recompensará en el paraíso…”

Entre las comunidades musulmanas pobres, uno se da cuenta de que existe resignación en su aversión hacia los Hindúes. Tienden a considerarse víctimas indefensas del gran cambio en las circunstancias históricas de la India, la cual, luego de su independencia, pasó a convertirse en una nación Hindú debido a la Partición del país. El régimen ahora es de los Hindúes y la discriminación contra los Musulmanes es un hecho de vida. Esta es una gran diferencia entre los hindúes y los musulmanes  de las clases desposeídas, los primeros se sienten menos víctimas del sistema y con más control sobre las circunstancias de sus vidas que los segundos.

Con un sentido constante de opresión y la incipiente amenaza de un futuro incierto, el Musulmán asediado busca refugio en su comunidad, apegándose aún más a sus marcadores de identidad religiosa – el Corán, el Sharia, el lenguaje Urdu, la Madraza o escuela religiosa – ya que sus líderes espirituales le dicen que esto lo mantendrá alejado de sus aprietos. De esta forma el podrá recapturar la gloria que vino a través de sus ancestros quienes se mantuvieron adheridos a los principios del Islám. Por ende, para él, su precaria condición presente como Musulmán no se debe a razones históricas sino a una falla interior: la “debilitación” o pérdida de su fé religiosa.

El sentido de pertenencia de ambas comunidades se ha acentúado los últimos años. Cada vez que estalla un conflicto entre grupos religiosos, debido a las telecomunicaciones modernas, rápidamente la gente está informada del incidente. Cada disturbio y su repercusión vuelve a comenzar de nuevo un proceso de identificación del individuo con su grupo religioso y  trae a la superficie la conciencia de cada individuo de una manera u otra. Esta conciencia puede ser fugaz para algunos o perdura en las mentes de otros por un largo período de tiempo, sin embargo, el proceso es casi siempre una auto interrogación del significado de la comunidad religiosa en el sentido de identidad de la persona.

Ahora bien, el futuro en la evolución de estos conflictos depende de las diferentes posturas. Para los Hindúes nacionalistas, el conflicto es un producto de las tradiciones religiosas y culturales de ambas comunidades, y ellos creen que la única manera de evitar la escalada de la violencia es un cambio en la visión del Musulmán de su rol en la comunidad, sus tradiciones e instituciones, de manera que los musulmanes puedan “adaptarse” a una cultura de mayoría hindú.

Por otro lado, pedirle a los Musulmanes que reconozcan la versión de la historia de la India según los Hindúes nacionalistas o esperar que sientan su cultura reflejada en los símbolos hindúes, rituales y celebraciones, es como pedirles que renuncien a su identidad religiosa y cultural. Ser inundados por la cultura hindú ha sido el mayor temor de los musulmanes indios. Tal asimilación es temida precisamente por ser tentadora…mantener la promesa de ser libre de tanta violencia a cambio de tener una participación activa en la cultura de la mayoría. El dilema del Hindú nacionalista es que los musulmanes continúan declinando una oferta que ellos consideran que no debería ser rechazada.

El secularista es más optimista y piensa que a largo plazo el desarrollo económico de la India influirá en las condiciones socio estructurales y por ende en el conflicto y con el tiempo, las identidades religiosas se irán desvaneciendo y jugarán cada vez más un rol menos importante en la vida pública y privada.

Ambas teorías tal vez suenen escépticas, ya que las tradiciones culturales se transmiten a través de la familia y su desarrollo es separado de los sistemas políticos y económicos de una sociedad. Tal vez tengamos que renunciar al sueño de Gandhi de una “Unidad de Corazón” y conformarnos con la creación de un espacio público común donde cada comunidad sea vista con indiferente benevolencia en privado.

Has sufrido alguna de vez de discriminación religiosa? Cuéntanos tu experiencia!

Fuentes Bibliográficas:

“Mistaken modernity: India between worlds”. Dipankar Gupta

“The Indian Psyque”. Dr. Sudhir Kakar

“We are like this only”. Chandan Mitra

“The Speaking Tree”: a study of Indian culture and society”. Richard Lannoy

«The indians, portrait of a people» de Sudhir Kakar

«The Clash Within, democracy, religious violence and India,s future» por Martha Nusssbaum

Ilustraciones:

Lorena Mena

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9 Comentarios para Fanatismo, Gurus y demás religiones

  1. Emperatriz 7 de julio de 2011 a las 6:35 am #

    Que tema tan dificil, la verdad es que el pensar en la India ( para mi) muchas veces era asociado a paz, a pureza espiritual , a humildad, espiritualidad, y despues de leer un poco y re-leer, puedo pensar que erradamente solamente pueda definir a la india con solo estas palabras…va mas allá, es mucho mas complejo el tema. La vedad, leer sobre la India, ha sido para mi un interes de comprender la cultura de amigos, que con su humildad, han podido calar en mi corazón, de manera desinteresada ( no hay hay en mi , ni en ellos un interes amoroso, nada mas que una hermosa amistad). Amigos que bajo 3 diferentes religiones …Cada uno con diferentes conceptos de la vida, aspiraciones y sueños.Pero que al fin y al cabo, los une solo el hecho de haber nacido en un mismo país. y el sentimiento de orgullo de su cultura.

    • Lorena Mena 7 de julio de 2011 a las 8:58 pm #

      Asi es Emperatriz, la India es estereotipada desde hace siglos con una imagen espiritual y cuando llegas aca el shock cultural es fuerte…sin embargo, en la medida que lees vas comprendiendo, gracias por leer todo el blog! espero que todo sea de tu agrado!

  2. Miguel 7 de julio de 2011 a las 6:45 pm #

    Es complicado, ya que me parece, a la distancia obviamente, que lo que falta es respeto. Respetar la identidad y las diferencias que puedan existir es basico y primordial para una coexistencia armonica,pero parece que en India eso es dificil ya que los preconceptos estan intimamente arraigados en la poblacion de ambos grupos.
    Soy musulman , estoy casado con una catolica y proximo a vivir en la India y la verdad, que tenia idea de que habia problemas pero no de esa magnitud.
    Gracias Lorena por continuar aclarandonos el panorama.

    • Lorena Mena 7 de julio de 2011 a las 8:48 pm #

      Lo hago con mucho gusto Miguel…en mi opinión y según los estudiosos del comportamiento en la India…el problema principal aqui radica en la DIVISION…si desde el momento que naces existe discriminación es muy dificil ser tolerante y por ende la vida la ves de otra manera. En el Occidente, a pesar de todos los problemas actuales, en los ultimos siglos nos hemos dedicado a luchar contra la discriminación a todos los niveles…la discriminación de la mujer, de las razas, de las religiones y hoy en dia se considera mala educación maltratar a una persona por su color o genero..lamentablemente aca eso es normal y obviamente preocupante…claro, si te soy honesta, no he conocido musulmanes como para opinar a pesar de que vivimos en Gujarat…solo una vez conoci en el tren a un Sr. muy educado y me asomó algo de los problemas, pero sin mayor detalle…sin embargo, creo que debes tomar tus precauciones y una vez que estes aca juzgar por ti mismo..un caluroso saludo

  3. mercedes de haay de aparicio ,mecha 20 de febrero de 2012 a las 3:41 am #

    querida mia ,me tiene perpleja saber que no se nada de los hidues y musulmanes Indios…la religión creo es una de las grandes dificultades para la union de los llamados hijos del mismo Dios ,aunque se le de diferentes nombres.Dificil articulo escrito con mucha equidad y diplomacia, bien por ti

    • Lorena Mena 20 de febrero de 2012 a las 10:22 am #

      Querida Mechita…es un placer tenerte por aca de vuelta! efectivamente y al igual que tú… yo era totalmente ignorante en lo que respecta a religiones (aún me falta mucho) Cuando llegas a India y sin caminar mucho…en el mismisimo aeropuerto… comienzas a ver esa gran variedad de atuendos, gorros religiosos, barbas pintadas…la curiosidad te mata por saber de que se trata todo ese mundo nuevo a nuestros ojos…

  4. Petrichor (@horned_owl) 30 de julio de 2013 a las 6:39 pm #

    «… la India, la cual, luego de su independencia, pasó a convertirse en una nación Hindú debido a la Partición del país.»

    La India no tiene religion oficial; por tanto, no es una nación hindú sino una nación cuya población es mayoritariamente hindú (es decir, a hindu-majority country). Hasta el año 2008 el país vecino, el reino de Nepal, era el único país que tenía como la religión oficial el hinduísmo; en 2008 se convirtió en república y en un país secular.

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